viernes, 20 de noviembre de 2009
La vida fetal ¿un espacio de silencios?
La vida de un bebé tiene mayor significado si lo acompaña un mundo lleno de sensaciones. Los colores le serán más intensos; los sonidos, notas de ternura; los olores, más sutiles; los alimentos, un sabor infinito y la textura será más refinada. La apertura de los sentidos y la capacidad de provocar un estado de receptividad sensitiva que provoca la activación de sentidos como el tacto, olfato, gusto, audición y la visión, es un proceso centrado en el desarrollo integral que va desde la etapa fetal hasta la vida postnatal.
Según las observaciones científicas de Carl G. Jung el feto percibe informaciones a través de todos sus sentidos, reacciona ante ellas y las memoriza. Estas percepciones estimulan y afinan el desarrollo de sus órganos sensoriales y del cerebro.
Actualmente sabemos que a los tres meses de vida embrionaria, los órganos de los sentidos y sus correspondientes centros cerebrales ya están formados. Durante los seis meses siguientes estos órganos y centros se especializan. La calidad o intensidad de los estímulos recibidos marcan la naturaleza de su función.
El corazón late antes de nacer, y todos los demás sistemas están preparados para funcionar inmediatamente después de producida la separación de la madre con el corte del cordón umbilical. Esto no ocurre con el cerebro, que se desarrolla gracias a dos poderosos determinantes: las órdenes dormidas de los genes y los impulsos codificados que le proporciona el medio ambiente y que activan sus sentidos.
Progresivamente, gracias a estos dos factores, las funciones cerebrales se van desarrollando y la riqueza emocional e intelectual va en aumento. También los neurofisiólogos conceden cada día mayor atención al crecimiento de las neuronas, a la formación de nuevas células, a la mayor riqueza en prolongaciones neuronales y a las complejas reacciones bioquímicas y bioeléctricas que tienen lugar con singular intensidad en las primeras semanas y meses de existencia.
El cerebro puede ser moldeado por las experiencias embrionarias y posnatales. Las células nerviosas establecen constantemente nuevas conexiones a medida que reciben estímulos sensoriales y le permiten al cerebro adiestrarse más fácilmente y de manera automática. Las células nerviosas del cerebro se autorganizan cuando se han entrenado suficientemente mediante el contacto repetido con un estímulo concreto, y son capaces de ajustarse a percepciones.
Un equipo de médicos franceses evaluó qué sonidos recibía el bebé en el útero, colocaron pequeños micrófonos en el útero de algunas madres que parti-ciparon en el experimento, y captaron ruidos digestivos, los sonidos de los latidos del corazón, y los ruidos de la respiración, así como también la voz de la madre. Los científicos captaron también la voz del padre, y la de algunas personas que hablaban cerca de la madre. Además descubrieron que la música también llegaba al bebé. No obstante, los sonidos y los ruidos pasan amortiguados por la pared abdominal.
Los sonidos se transmiten al feto principalmente a través del sistema auditivo de la madre y de su sistema óseo: cráneo, columna vertebral, que actúa como un puente vibrante entre madre e hijo, constituyendo el primer vínculo con los aprendizajes tempranos.
Por Orlando Terré Camacho.
Fuente: Revista CARETAS, PERU.
jueves, 12 de noviembre de 2009
La melodía del llanto es el comienzo del lenguaje
Un estudio demuestra que el sonido de la lengua materna penetra el útero y el bebé lo reproduce en el llanto, logrando mayor vínculo con la madre.
Los investigadores de la Universidad de Wurzburgo concluyeron que los bebés comienzan a captar los matices de su idioma materno cuando están en el útero.
De un análisis realizado sobre los llantos de 60 bebés sanos nacidos en familias que hablaban francés y alemán, los investigadores de la Universidad de Wurzburgo, en Alemania, concluyeron que los bebés comienzan a captar los matices de su idioma materno cuando están en el útero.
Además, entre los resultados comprobaron que cuando los bebés lloran lo hacen con el acento de la lengua que hablarán en el futuro. Los investigadores, descubrieron que los pequeños franceses lloraban con una "entonación creciente", mientras que los alemanes tenían un "acento decreciente".
La investigación, publicada en Current Biology y difundida por el sitio de la BBC, afirma que los bebés probablemente están tratando de formar un vínculo con sus madres imitando sus sonidos.
Se sabía ya que los fetos pueden memorizar sonidos del mundo exterior en los últimos tres meses del embarazo y que son particularmente sensibles al contorno de la melodía tanto en la música como en las voces humanas. También se había demostrado que los infantes pueden imitar los sonidos de las vocales que los adultos vocalizan a partir de las 12 semanas de nacidos.
Ahora el estudio sugiere que un bebé nonato está influenciado por el sonido de su primer idioma, el cual logra penetrar el útero. Tal como explicó a la BBC la doctora Kathleen Wermke, experta en antropología médica quien dirigió la investigación, "sabemos que los infantes están preadaptados para un idioma específico".
"Pero ahora por primera vez descubrimos que la melodía del llanto es realmente el comienzo del desarrollo del lenguaje, y no es el balbuceo como muchos investigadores pensaban".
"Los recién nacidos están muy motivados para imitar la conducta de su madre, para atraerla y fomentar los lazos afectivos" dice la doctora Wemke. "Ya que el contorno melódico podría ser el único aspecto que pueden imitar del habla de su madre, esto podría explicar porqué encontramos esta imitación del contorno en una edad tan precoz", expresa la investigadora.
Fuente: www.criticadigital.com
Los investigadores de la Universidad de Wurzburgo concluyeron que los bebés comienzan a captar los matices de su idioma materno cuando están en el útero.
De un análisis realizado sobre los llantos de 60 bebés sanos nacidos en familias que hablaban francés y alemán, los investigadores de la Universidad de Wurzburgo, en Alemania, concluyeron que los bebés comienzan a captar los matices de su idioma materno cuando están en el útero.
Además, entre los resultados comprobaron que cuando los bebés lloran lo hacen con el acento de la lengua que hablarán en el futuro. Los investigadores, descubrieron que los pequeños franceses lloraban con una "entonación creciente", mientras que los alemanes tenían un "acento decreciente".
La investigación, publicada en Current Biology y difundida por el sitio de la BBC, afirma que los bebés probablemente están tratando de formar un vínculo con sus madres imitando sus sonidos.
Se sabía ya que los fetos pueden memorizar sonidos del mundo exterior en los últimos tres meses del embarazo y que son particularmente sensibles al contorno de la melodía tanto en la música como en las voces humanas. También se había demostrado que los infantes pueden imitar los sonidos de las vocales que los adultos vocalizan a partir de las 12 semanas de nacidos.
Ahora el estudio sugiere que un bebé nonato está influenciado por el sonido de su primer idioma, el cual logra penetrar el útero. Tal como explicó a la BBC la doctora Kathleen Wermke, experta en antropología médica quien dirigió la investigación, "sabemos que los infantes están preadaptados para un idioma específico".
"Pero ahora por primera vez descubrimos que la melodía del llanto es realmente el comienzo del desarrollo del lenguaje, y no es el balbuceo como muchos investigadores pensaban".
"Los recién nacidos están muy motivados para imitar la conducta de su madre, para atraerla y fomentar los lazos afectivos" dice la doctora Wemke. "Ya que el contorno melódico podría ser el único aspecto que pueden imitar del habla de su madre, esto podría explicar porqué encontramos esta imitación del contorno en una edad tan precoz", expresa la investigadora.
Fuente: www.criticadigital.com
viernes, 9 de octubre de 2009
Neurología: con música recuperan a víctimas de accidentes cerebrovasculares
Un poco de Beethoven es bueno para el cerebro, según un estudio finlandés que asegura que la música puede ayudar a las personas a recuperarse más rápido de un Accidente Cerebrovascular (ACV).
Los ACV, que se producen cuando se bloquea el flujo sanguíneo al cerebro, pueden destruir el tejido cerebral y son una de las principales causas de muerte y discapacidad permanente en el mundo.
La investigación incluyó a 60 personas que recientemente habían tenido un ACV. Un grupo de pacientes escuchó su música favorita todos los días o accedió a libros con audio, mientras que otros participantes no se expusieron a esos estímulos. Todos los voluntarios recibieron rehabilitación estándar.
Memoria verbal
Tres meses después los pacientes que escucharon música mostraron una mejoría del 60% en la memoria verbal comparada con el 29% que obtuvieron los que no escucharon música.
La atención también mejoró un 17% en quienes se expusieron a la terapia sonora, señaló Teppo Sarkamo, autor del estudio y psicólogo de la Unidad de Investigación Cerebral de la Universidad de Helsinki.
"Estos resultados demuestran por primera vez que escuchar música durante el período inmediatamente posterior a sufrir un ACV puede mejorar la recuperación cognitiva", señaló.
Según el especialista, "no podemos decir qué sucede en el cerebro; pero, según investigaciones y teorías previas, podría ser que escuchar música activa las zonas cerebrales que se están recuperando".
La música, asimismo, activaría de alguna forma mecanismos generales que reparan y renuevan las redes neuronales después del accidente.
Para el doctor Arnold Hoppe, jefe del Servicio de Neurología de la Clínica Alemana, la musicoterapia es un gran aporte para la neurorehabilitación. "Se ha demostrado que ayuda para la terapia de varios cuadros, como la hemiplejia, el Parkinson y también para el autismo".
Según Hoppe, quien ha utilizado este tratamiento, no es tanto la melodía como los ritmos los que ayudan a los pacientes a recuperar, por ejemplo, la marcha normal o a generar mayor plasticidad neuronal, incluyendo nuevos circuitos o mayor cantidad de sinapsis. "No sabemos a ciencia cierta cómo funciona, pero está claro que aporta a la terapia", agrega.
Otra reciente investigación reveló que trasplantar células cerebrales producidas con células madre embrionarias ayuda a componer el daño causado por un accidente cerebrovascular.
El estudio, realizado por científicos de la Escuela de Medicina de la U. de Stanford, en California, fue realizado sobre ratas, pero los investigadores esperan emplear este enfoque para los humanos en cinco años.
Fuentes: El Mercurio
Los ACV, que se producen cuando se bloquea el flujo sanguíneo al cerebro, pueden destruir el tejido cerebral y son una de las principales causas de muerte y discapacidad permanente en el mundo.
La investigación incluyó a 60 personas que recientemente habían tenido un ACV. Un grupo de pacientes escuchó su música favorita todos los días o accedió a libros con audio, mientras que otros participantes no se expusieron a esos estímulos. Todos los voluntarios recibieron rehabilitación estándar.
Memoria verbal
Tres meses después los pacientes que escucharon música mostraron una mejoría del 60% en la memoria verbal comparada con el 29% que obtuvieron los que no escucharon música.
La atención también mejoró un 17% en quienes se expusieron a la terapia sonora, señaló Teppo Sarkamo, autor del estudio y psicólogo de la Unidad de Investigación Cerebral de la Universidad de Helsinki.
"Estos resultados demuestran por primera vez que escuchar música durante el período inmediatamente posterior a sufrir un ACV puede mejorar la recuperación cognitiva", señaló.
Según el especialista, "no podemos decir qué sucede en el cerebro; pero, según investigaciones y teorías previas, podría ser que escuchar música activa las zonas cerebrales que se están recuperando".
La música, asimismo, activaría de alguna forma mecanismos generales que reparan y renuevan las redes neuronales después del accidente.
Para el doctor Arnold Hoppe, jefe del Servicio de Neurología de la Clínica Alemana, la musicoterapia es un gran aporte para la neurorehabilitación. "Se ha demostrado que ayuda para la terapia de varios cuadros, como la hemiplejia, el Parkinson y también para el autismo".
Según Hoppe, quien ha utilizado este tratamiento, no es tanto la melodía como los ritmos los que ayudan a los pacientes a recuperar, por ejemplo, la marcha normal o a generar mayor plasticidad neuronal, incluyendo nuevos circuitos o mayor cantidad de sinapsis. "No sabemos a ciencia cierta cómo funciona, pero está claro que aporta a la terapia", agrega.
Otra reciente investigación reveló que trasplantar células cerebrales producidas con células madre embrionarias ayuda a componer el daño causado por un accidente cerebrovascular.
El estudio, realizado por científicos de la Escuela de Medicina de la U. de Stanford, en California, fue realizado sobre ratas, pero los investigadores esperan emplear este enfoque para los humanos en cinco años.
Fuentes: El Mercurio
martes, 22 de septiembre de 2009
Neurología y música van de la mano
Autor: Oscar Forero De la Peña - NotiCyT
Un inédito mundo se abre a partir de los nuevos métodos educativos, donde se intenta enseñar con actividades lúdicas mezclando ciencia y tecnología.
Para el neurólogo e inmunólogo Roberto Amador, docente de la Universidad Nacional de Colombia e investigador del Instituto de Inmunología, y el pedagogo musical, Edgar Puentes, quien es ingeniero de sistemas y de sonido y director del Programa Conciertos Didácticos de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, “el cerebro es un órgano en el que se produce el pensamiento y las emociones”.
“Es desde la neurología, la biología molecular, la pintura, la nanotecnología, la música y la danza que se logra generar nuevos modelos de aprendizaje con didáctica”, comentó Puentes.
Por lo general, nuestros sentimientos están relacionados con el corazón; sin embargo, éste es sólo un músculo que tiene como oficio bombear la sangre. El Tálamo es una estructura neuronal, que sirve para integrar y organizar la información sensorial que entra al cerebro. Además esta información es enviada a las áreas corticales donde sucede el mayor procesamiento e integración, lo que permite el asocio, agregó Amador.
Para el neurólogo e inmunólogo Amador, la inteligencia es la capacidad de manejar la mayor cantidad de estrategias para asumir una acción, que algunas veces está vinculada a los genes y donde las neuronas se interrelacionan buscando el equilibrio.
Además, el investigador indicó que el cerebro piensa en movimientos y acciones a partir de los sentimientos, generando en el cuerpo una reacción de emotividad, estética o un éxtasis (momento máximo de la emoción). Los humanos vivimos en un carrusel de emociones, “ahora tenemos un gesto alegre, una sonrisa, pero más tarde podemos tener una expresión triste”, esto implica que se pueda comparar con el ritmo de una tonada, y es allí donde la música aparece como un estimulante para ayudar a comprender los estudios que realizan.
En este aspecto es importante entender que la ciencia tiene dos variables. La ciencia normal, relacionada con el pensamiento cotidiano, tradicional, impartido con una educación común a todos, y la ciencia extraordinaria, facultad de pensar más allá o pensar diferente.
Por ejemplo al leer un libro desde la ciencia normal, la persona puede tomar el texto y leerlo desde la página inicial siguiendo un orden hasta el final, pero desde la ciencia extraordinaria la persona puede leer el libro abordándolo sin ningún orden riguroso, con un sistema aleatorio, es decir, de atrás para adelante o lee un poco de cada lado y por medio de la asociación construye la historia.
Pero basados en el ejemplo, hay que tener en cuenta que el hecho de leer desde el pensamiento extraordinario no implica que haya un desorden, por el contrario es favorable en algunos casos porque permite ver las cosas desde otro punto de vista y generar los grandes artistas, mientras que el cotidiano esta inmerso en lo cuadriculado.
Por lo general, las personas que vienen de épocas anteriores en su educación tuvieron una formación de pensamiento cotidiano, por ejemplo a un músico le enseñaban a tocar el piano sentado en una posición erguida y donde no puede desprender los codos de los lados del torso, si los desprendía le colocaban dos libros para aprisionarlos con el fin de que no los separara, argumentando que la música se valora más por su composición, su belleza rítmica, que por el show de quien la interpreta; pero hay un pensamiento extraordinario como lo vemos en Enrique Diemecke, gran director mexicano de origen alemán, quien en sus presentaciones hace entradas al show electrizantes y muy particulares convirtiéndose en parte del espectáculo.
“Imaginen un director de orquesta filarmónica corriendo al escenario y deslizándose por el mismo, luego pegar un salto y empezar a dirigir, eso no es común, es extraordinario porque rompe los esquemas de un acto “rígido” y no significa que esa entrada sea circense o una falta de respeto para el genero musical, por el contrario, a él le ha causado distinción y prestigio por esta particularidad, aparte de ser un gran músico”, indicó Amador.
Respecto a lo anterior, el director Puentes asegura que los modelos de flexibilidad en el cerebro están relacionados con las mentes diferentes, pues las nuevas tecnologías implican otras maneras de concebir el mundo, porque el cerebro realiza conexiones y aprende rápidamente. El desafío para las generaciones pasadas o algunas actuales, es entender las variabilidades del cerebro de las nuevas generaciones y reconocer que incluso nuestro cerebro puede cambiar.
Para relacionar lo antepuesto con el mundo de hoy, los ingenieros de IBM buscan la manera de adecuar el funcionamiento del cerebro a los nuevos procesadores. Por ejemplo, en comparación el cerebro es casi igual de rápido a una computadora; sin embargo, el cerebro es más eficiente porque solo usa una fracción de la energía que la computadora necesita. De acuerdo con Kerry Bernstein, jefe técnico de IBM, el órgano humano funciona a 12 kilohertz aproximadamente, 12.000 ciclos por segundo, y quema una fracción de la energía que requieren las computadoras para funcionar.
Según Amador, un pensamiento dura 7.000 milisegundos, es decir, si usted ve una tasa de café encima de una mesa, el cerebro tarda 7.000 milisegundos en asimilar que dicha tasa está encima de la mesa y tiene café. Pero hoy día con la velocidad abrumante del desarrollo de nueva tecnología el cerebro humano esta facultado para generar mundos virtuales y una infinidad de posibilidades, dando paso a la construcción de redes. Dicha tecnología hace parte de la evolución de un homo sapiens a un homo tecnus.
Con la música, el pensar en movimientos ha creado un programa que busca, a través de una forma experiencial de aprendizaje transdiciplinario, promover la conceptualización y el análisis, entre las neurociencias y el arte.
Los investigadores recalcaron, además, la importancia que tendría elaborar un plan estructurado basado en nuevas alternativas estimulantes y didácticas en la educación con el fin de mejorar la calidad del mismo, pero sobre todo generar más mentes de pensamiento extraordinario.
Fuentes: www.universia.net
Un inédito mundo se abre a partir de los nuevos métodos educativos, donde se intenta enseñar con actividades lúdicas mezclando ciencia y tecnología.
Para el neurólogo e inmunólogo Roberto Amador, docente de la Universidad Nacional de Colombia e investigador del Instituto de Inmunología, y el pedagogo musical, Edgar Puentes, quien es ingeniero de sistemas y de sonido y director del Programa Conciertos Didácticos de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, “el cerebro es un órgano en el que se produce el pensamiento y las emociones”.
“Es desde la neurología, la biología molecular, la pintura, la nanotecnología, la música y la danza que se logra generar nuevos modelos de aprendizaje con didáctica”, comentó Puentes.
Por lo general, nuestros sentimientos están relacionados con el corazón; sin embargo, éste es sólo un músculo que tiene como oficio bombear la sangre. El Tálamo es una estructura neuronal, que sirve para integrar y organizar la información sensorial que entra al cerebro. Además esta información es enviada a las áreas corticales donde sucede el mayor procesamiento e integración, lo que permite el asocio, agregó Amador.
Para el neurólogo e inmunólogo Amador, la inteligencia es la capacidad de manejar la mayor cantidad de estrategias para asumir una acción, que algunas veces está vinculada a los genes y donde las neuronas se interrelacionan buscando el equilibrio.
Además, el investigador indicó que el cerebro piensa en movimientos y acciones a partir de los sentimientos, generando en el cuerpo una reacción de emotividad, estética o un éxtasis (momento máximo de la emoción). Los humanos vivimos en un carrusel de emociones, “ahora tenemos un gesto alegre, una sonrisa, pero más tarde podemos tener una expresión triste”, esto implica que se pueda comparar con el ritmo de una tonada, y es allí donde la música aparece como un estimulante para ayudar a comprender los estudios que realizan.
En este aspecto es importante entender que la ciencia tiene dos variables. La ciencia normal, relacionada con el pensamiento cotidiano, tradicional, impartido con una educación común a todos, y la ciencia extraordinaria, facultad de pensar más allá o pensar diferente.
Por ejemplo al leer un libro desde la ciencia normal, la persona puede tomar el texto y leerlo desde la página inicial siguiendo un orden hasta el final, pero desde la ciencia extraordinaria la persona puede leer el libro abordándolo sin ningún orden riguroso, con un sistema aleatorio, es decir, de atrás para adelante o lee un poco de cada lado y por medio de la asociación construye la historia.
Pero basados en el ejemplo, hay que tener en cuenta que el hecho de leer desde el pensamiento extraordinario no implica que haya un desorden, por el contrario es favorable en algunos casos porque permite ver las cosas desde otro punto de vista y generar los grandes artistas, mientras que el cotidiano esta inmerso en lo cuadriculado.
Por lo general, las personas que vienen de épocas anteriores en su educación tuvieron una formación de pensamiento cotidiano, por ejemplo a un músico le enseñaban a tocar el piano sentado en una posición erguida y donde no puede desprender los codos de los lados del torso, si los desprendía le colocaban dos libros para aprisionarlos con el fin de que no los separara, argumentando que la música se valora más por su composición, su belleza rítmica, que por el show de quien la interpreta; pero hay un pensamiento extraordinario como lo vemos en Enrique Diemecke, gran director mexicano de origen alemán, quien en sus presentaciones hace entradas al show electrizantes y muy particulares convirtiéndose en parte del espectáculo.
“Imaginen un director de orquesta filarmónica corriendo al escenario y deslizándose por el mismo, luego pegar un salto y empezar a dirigir, eso no es común, es extraordinario porque rompe los esquemas de un acto “rígido” y no significa que esa entrada sea circense o una falta de respeto para el genero musical, por el contrario, a él le ha causado distinción y prestigio por esta particularidad, aparte de ser un gran músico”, indicó Amador.
Respecto a lo anterior, el director Puentes asegura que los modelos de flexibilidad en el cerebro están relacionados con las mentes diferentes, pues las nuevas tecnologías implican otras maneras de concebir el mundo, porque el cerebro realiza conexiones y aprende rápidamente. El desafío para las generaciones pasadas o algunas actuales, es entender las variabilidades del cerebro de las nuevas generaciones y reconocer que incluso nuestro cerebro puede cambiar.
Para relacionar lo antepuesto con el mundo de hoy, los ingenieros de IBM buscan la manera de adecuar el funcionamiento del cerebro a los nuevos procesadores. Por ejemplo, en comparación el cerebro es casi igual de rápido a una computadora; sin embargo, el cerebro es más eficiente porque solo usa una fracción de la energía que la computadora necesita. De acuerdo con Kerry Bernstein, jefe técnico de IBM, el órgano humano funciona a 12 kilohertz aproximadamente, 12.000 ciclos por segundo, y quema una fracción de la energía que requieren las computadoras para funcionar.
Según Amador, un pensamiento dura 7.000 milisegundos, es decir, si usted ve una tasa de café encima de una mesa, el cerebro tarda 7.000 milisegundos en asimilar que dicha tasa está encima de la mesa y tiene café. Pero hoy día con la velocidad abrumante del desarrollo de nueva tecnología el cerebro humano esta facultado para generar mundos virtuales y una infinidad de posibilidades, dando paso a la construcción de redes. Dicha tecnología hace parte de la evolución de un homo sapiens a un homo tecnus.
Con la música, el pensar en movimientos ha creado un programa que busca, a través de una forma experiencial de aprendizaje transdiciplinario, promover la conceptualización y el análisis, entre las neurociencias y el arte.
Los investigadores recalcaron, además, la importancia que tendría elaborar un plan estructurado basado en nuevas alternativas estimulantes y didácticas en la educación con el fin de mejorar la calidad del mismo, pero sobre todo generar más mentes de pensamiento extraordinario.
Fuentes: www.universia.net
lunes, 21 de septiembre de 2009
Cómo nos transforma la música
INVESTIGACIÓN MUSICAL - SALUD
La ciencia estudia su impacto en la salud física y mental
Presentación
Además de informativo, el presente artículo es de gran utilidad en cuanto a la divulgación de un tema poco frecuentado. No obstante sus claros beneficios, debe señalarse que no ha sido elaborado por un técnico en música, hecho que explica errores comunes como el empleo de la palabra "clave" por tonalidad -típico de ciertas traducciones.
El otro punto de cuidado es que está basado sobre la idea de "lenguaje universal" atendiendo a una semántica de tipo absoluta, en donde las emociones, como la tristeza o la alegría, son comprendidas y captadas unívocamente por todos los seres humanos. Habría, en esas condiciones, una cultura general por sobre la cultura local y entonces, con la misma indolencia, podríamos decir que el principio de "todos los seres humanos" es -debe- aplicado retroactivamente. Ciertamente, a los ejemplos aquí propuestos yo opondría la música china para erhu, allí es verdaderamente difícil acertar pues, a los occidentales, nos parecerá, una y otra vez, sólo de trámite pesimista y nostálgico -para no perder los lugares comunes-, y las cosas son muy lejanas a tan elemental reducción (esto nos llevaría a aceptar que los chinos sólo evocan -o en buen número- ese tipo de emociones, luego, la conclusión lógica es que el grueso de las investigaciones aquí narradas carecen de sentido. Es este el círculo que debe evitarse, además fuertemente discriminatorio). Imposible negar que muchísima música es lineal al ideal griego de la belleza, el problema es qué hacemos con aquella que dice otras cosas, no necesariamente procesada bajo el mismo verbo. En la puesta más evidente pueden mencionarse a Schoenberg, Villa-Lobos y hasta al mismo Beethoven en decenas de obras y pasajes. Corremos peligro si comenzamos a creer que la única música posible -me refiero en este caso más cercana a lo terapéutico- fue compuesta por Mozart. En tal caso los chamanes del mundo vivieron cientos de generaciones de ilusiones: una locura semejante postulación. Y, debemos ser sinceros, no es cercana la estética de uno y otros.
Si la música tuviera argumentos tan definidos, el hombre ya los hubiera canalizado hace siglos, literalmente hablando. Lo paradójico es que materiales como este se escriben justamente por entender que nada definitivo hay en el sentido de nuestras búsquedas. No deja de ser una maravillosa contradicción el que la música haya respondido antes de ser interrogada.
Realizadas las salvedades que estimé oportunas, los dejo con un documento apropiado para ser trabajado en clase o como estimulador de reflexiones. Quité varios pequeños apartados y epígrafes por entender que confundían absurdamente el núcleo del asunto. Esos retazos los organizaré, seguramente, en un nuevo trabajo. Aprovecho para comentar que disfruto tanto la música de los clásicos, como la de jazz o la del slendro javanés. Agrego un dato más para los estudiantes: las melodías u obras en las que se "adivina" lo que sigue o son bastante "evidentes" suelen estar estructuradas con progresiones, o sobre la base de ellas, las que a su vez están determinadas por lo que técnicamente denominamos motivación melódica. Son recursos, sólo eso. En modo alguno pueden entenderse como el "mensaje" en sí mismo -la cosa en sí-, de serlo, Bach sería uno más.
Pablo Bensaya, Buenos Aires, agosto de 2005
Es tan antigua como el ser humano, activa los más profundos mecanismos neuronales, modifica el estado de ánimo y puede curar algunos males. Éste es el poder de las notas musicales
Bien mirada, la música no es más que una secuencia de sonidos ordenados, una especie de encarnación del paso del tiempo a base de ruidos, silencios y ritmos. Sin embargo, su poder para provocar reacciones emocionales en los humanos, desde la depresión al éxtasis, es tal que se ha convertido en piedra de toque de nuestro comportamiento como especie. Además del lenguaje, la capacidad para disfrutar de la música es una de las pocas habilidades que nos diferencian del resto de los animales. Y al igual que nos ocurre con el habla, se hace difícil pensar en un día en el que no escuchemos ni una sola nota.
Un nuevo estímulo para la neurología
¿Realmente la música es tan importante para nuestras vidas? Los últimos hallazgos en neurología, psicología y biología parecen demostrar que sí: escuchar melodías agradables no sólo modifica nuestro estado de ánimo sino que puede tener una influencia muy positiva en el desarrollo cognitivo humano, en el estímulo de nuestra inteligencia e incluso en la salud. Hasta hace muy poco, estas cuestiones no habían merecido la atención de la ciencia, pero ahora, el estudio de las relaciones entre música y bienestar se ha convertido en una fértil fuente de investigaciones y, gracias a ellas, empezamos a encontrar respuestas a algunas preguntas seculares. ¿Existe algún mecanismo fisiológico que controle la cascada de emociones que sugiere la música? ¿Nuestra capacidad de apreciar y crear melodías está relacionada con el funcionamiento de nuestro organismo? ¿El amor por las notas se hereda?
Una de las teorías más defendidas al respecto informa de que la naturaleza humana dicta las condiciones que ha de tener una secuencia de notas para que la interpretemos como una pieza musical. De hecho, es posible que la música remede lejanamente la organización de ritmos internos de nuestro cuerpo, como el latido del corazón, el tempo de la respiración o la sonoridad vocal de las palabras.
De ese modo podría explicarse por qué todas las manifestaciones musicales del mundo cuentan con una base emocional común. Por muy diferentes que sean su estructura, tonalidad o ritmo, las músicas del planeta comparten una línea básica: un japonés, aunque no sepa una sola palabra de flamenco, es capaz de detectar que una bulería transmite sensaciones alegres y una taranta produce emociones más tristes.
Los psicólogos británicos John Sloboda y Patrik Juslin, de la Universidad Keele, han estudiado en profundidad este fenómeno y lo han relacionado con la capacidad de sorpresa del ser humano. Sloboda asegura que “la base de nuestro comportamiento emocional es la capacidad de respuesta a situaciones que, de algún modo, nos sorprenden”. Ganar la lotería nos produce un cambio repentino en nuestras vidas a mejor, y eso genera emociones positivas. Conocer que una persona amada está enferma también nos sorprende, en este caso negativamente, y produce emociones de tristeza. “Parece que la música –dice Sloboda– pone en marcha los mismos mecanismos de asombro”. Los humanos, incluso los musicalmente legos, somos capaces de reconocer sutiles estructuras coherentes en una pieza musical y proyectar expectativas sobre ellas, como si anticipáramos qué secuencia de notas va a venir después. Cuando la música nos asombra con cambios respecto a lo esperado, genera una reacción emocional en nosotros. Los buenos compositores de canciones de éxito manejan a la perfección este mecanismo.
Lo mejor es su capacidad de sorprendernos
Según Juslin y Sloboda, el origen de esta sensación está en el lenguaje. Todos los seres humanos compartimos un código heredado para interpretar el habla. En cualquier idioma, la ira se manifiesta gritando y el cariño susurrando. Da igual a qué raza pertenezcamos, los mínimos rudimentos emocionales del habla son reconocibles universalmente. Con la música ocurre lo mismo. Los estudios de estos dos psicólogos con cientos de voluntarios demuestran que, indefectiblemente, las melodías lentas y con cadencia descendente generan en los que las escuchan sensaciones de tristeza mientras que las cadencias ascendentes producen sentimientos estimulantes. La conjunción de estos efectos provoca una cascada de emociones en el cerebro humano.
Pero la cuestión principal es saber si este mecanismo es biológico o cultural. ¿La música actúa así porque lo dictan nuestros genes o es que la cultura humana ha desarrollado un tipo limitado de manifestaciones sonoras?
Amusia: cuando el sonido no dice nada
Como en otros estudios neurológicos, la primera aproximación a las bases cerebrales del conocimiento musical, que datan de principios del siglo XX, se basó en el estudio de pacientes impedidos. Se trata de identificar si existe alguna zona del cerebro que, cuando se ve dañada, perjudica la capacidad de aprehender música. La experiencia demuestra que muchas personas con afecciones de los centros de procesamiento del habla no pierden necesariamente la función musical. Incluso se han detectado casos de personas aquejadas de amusia (incapacidad total para distinguir notas musicales) que escuchan palabras y hablan sin problemas.
Más recientemente, el estudio anatómico de cerebros de enfermos fallecidos y las técnicas de neuroimagen han permitido establecer que el conocimiento musical se procesa globalmente en varias partes del cerebro a la vez. Por ejemplo, las personas con enfermedades que aquejan al lóbulo temporal izquierdo pueden tener problemas para identificar escalas de notas, mientras que los que padecen males en el lóbulo temporal derecho muestran dificultades con el contorno musical, es decir, la interpretación de si la melodía es ascendente o descendente.
Con el cerebro oímos, vemos y recordamos notas
El neurólogo francés Herv Platel ha usado tomografías de emisión de positrones para determinar más concretamente qué áreas del cerebro están dedicadas a la música. Los resultados fueron sorprendentes ya que los cerebros estudiados manifestaron una increíble actividad, no sólo en las áreas de procesamiento del sonido y el lenguaje, sino incluso en centros ajenos como los destinados a la visión. Parece que el poder evocador de las melodías es prácticamente total: estimula la imaginación visual, el entorno lingüístico, la memoria...
Tras avanzar en la identificación de zonas cerebrales involucradas en nuestro comportamiento musical, el siguiente paso consiste en determinar si estos conocimientos pueden ser de alguna utilidad clínica. ¿Escuchar mucha música tiene algún efecto funcional en nuestro cuerpo? Multitud de estudios recientes confirman que sí. Al igual que el ejercicio físico hace que aumente la masa muscular, el ejercicio musical podría estimular el entrenamiento mental. Neurólogos del centro médico Beth Deacones de Israel han demostrado que los músicos profesionales tiene más desarrolladas las áreas de proceso auditivo y de control psicomotriz que el resto de los mortales. La diferencia de tamaño de estas zonas de la masa gris puede llegar hasta el 50 por 100.
Así las cosas, no parecería extraño que la experiencia musical pudiera tener algún efecto beneficioso para salud y, por lo que la ciencia empieza a conocer, lo tiene. Un análisis de la Universidad de California demostró en 1997 que escuchar melodías agradables reduce los niveles de estrés en medio de una intervención médica. La gastroscopia es una prueba realmente desagradable a la que tienen que verse sometidos cientos de pacientes cada día. El estudio californiano consistió en dejar que los enfermos eligieran un tipo de música para escuchar mientras se les practicaba la prueba. Los niveles de cortisol, ACTH y otras hormonas propias del estrés se redujeron sustancialmente.
En la misma línea, la doctora Bárbara Miluk-Kolasa ha medido los niveles de cortisol en enfermos a los que se les anuncia una mala noticia clínica mientras se les expone a un estímulo musical. Su reacción es mucho más sosegada que en los casos en los que no hay música de fondo.
Pero el efecto no es universal. Otros estudios demuestran que la música rítmica y a gran volumen aumenta la cantidad de hormonas estresantes en la sangre de atletas durante los entrenamientos.
Según Norman Wienberger, médico de la Universidad de California, “todos estos datos, puestos en común, demuestran que no hay una relación directa entre la música y las hormonas del estrés. El efecto depende, no sólo del tipo de composición sino del trasfondo cognitivo y cultural del individuo”.
Cuanto más se profundiza en el conocimiento de la materia, más evidentes parecen las virtudes de la música. El Instituto de Investigación del Cáncer del Reino Unido es pionero en estudios de musicoterapia oncológica. Los primeros resultados de una investigación que lleva a cabo desde el año 2002 demuestran que las técnicas de relajación en las que se emplean melodías pueden reducir hasta en un 30 por 100 los efectos secundarios de los tratamientos contra el cáncer de mama. Por ejemplo, disminuyen considerablemente los dolores y las náuseas derivadas de la quimioterapia. En el mismo centro se estudia también el uso de piezas melódicas para reducir la ansiedad que algunos pacientes experimentan al entrar en una máquina de resonancia magnética.
Algunos expertos están llevando al extremo estos conocimientos y proponen la posibilidad de que exista una forma de curación de ciertos males basada sólo en la música: la musicoterapia. No son pocos los centros que utilizan instrumentos para estimular a personas impedidas, niños con retraso evolutivo o pacientes inválidos por culpa de un derrame cerebral. Aunque en muchos casos las mejoras en la calidad de vida de estas personas son evidentes, todavía estamos lejos de comprender, desde el punto de vista de la medicina y la biología, qué relación hay entre la música y su recuperación.
Lo curioso es que el efecto contrario también es posible: una enfermedad mental puede condicionar el modo en el que escuchamos o creamos música. Parece que ése es el caso de Maurice Ravel, el compositor del célebre Bolero, aquejado de demencia progresiva. Entre los síntomas de este mal, Ravel padeció pérdida del lenguaje, dificultad motora y una disminución de la actividad del hemisferio izquierdo de su cerebro. El neurólogo francés Francois Boller cree que el Bolero es una trascripción de esos síntomas. La obra sólo tiene dos temas musicales, cada uno de los cuales se repite ocho veces. Pero cuenta con 30 líneas melódicas superpuestas y 25 combinaciones distintas de sonidos. El propio Ravel la definió como una “fabricación orquestal sin música”. Según Boller, una pieza así era lo único que Ravel podría aspirar a componer dadas sus limitaciones neurológicas en 1928 (la enfermedad empezó a manifestarse antes de 1927).
Si la capacidad artística se ve afectada por trastornos de este tipo, ¿sería posible utilizar la música como herramienta de diagnóstico? Expertos del Centro Nacional de Investigación del Alzheimer de Brescia, en Italia, están convencidos de que sí. Su idea comenzó a fraguar cuando detectaron que dos pacientes con demencia frontotemporal comenzaron a disfrutar de estilos musicales que antes abominaban. Uno de ellos, de 68 años de edad, comenzó a escuchar a todo volumen canciones de un cantante pop italiano propio de públicos quinceañeros. Otro, en este caso una mujer de casi 80 años, sorprendió a sus cuidadores con un repentino amor al rock.
Estos síntomas no se han detectado en otros tipos de demencia, como el Alzheimer; por eso, los médicos creen que los cambios bruscos de preferencias musicales podrían servir como indicio precoz del advenimiento de una enfermedad mental determinada.
¿Será verdad que nos hace más inteligentes?
Otro fértil terreno de investigaciones es el que estudia las relaciones entre la música y el desarrollo infantil. Algunos estudios preliminares realizados en animales y humanos podrían sugerir que la melodía juega un papel en el estímulo de la inteligencia. Ciertos ratones expuestos a audiciones musicales se han mostrado más hábiles a la hora de encontrar la salida de un laberinto. Tanto ha calado la idea popularmente que casi nadie discute hoy que el estudio de partituras, la educación musical y el contacto con instrumentos son piezas básicas en la educación infantil. Sin embargo todavía no existe constancia de que la música favorezca directamente la inteligencia. Algunos datos indican que, tras escuchar piezas concretas, grupos de voluntarios obtienen mejores resultados en test de cociente intelectual, sobre todo en los que tienen que ver con la memoria espacial y las secuencias. Pero no es posible demostrar, de momento, que el efecto pueda ser permanente. En el caso de los niños, es evidente que la música genera estados de relajación y concentración muy beneficiosos para el estudio y que el estímulo auditivo produce efectos en el complejo y plástico entramado de conexiones neuronales que se teje durante la infancia. ¿Pero tiene todo esto algún efecto sobre el cociente intelectual? La respuesta todavía es inconcreta.
Lo que sí sabemos es que los pequeños se muestran familiarizados con canciones que han escuchado dentro del vientre materno y que su memoria de estos acontecimientos puede durar hasta un año. Y también que los bebés de apenas unos meses de edad son capaces de reconocer las melodías de una nana que les canta habitualmente su madre aunque se le cambie la clave y el tono.
Nadie puede negarlo. El ser humano es un animal musical y ese prodigioso lenguaje de notas y ritmos que ha ideado la especie forma parte de nuestra naturaleza.
JORGE ALCALDE
ABRIL DE 2004
Fuentes: www.muyinteresante.es
La ciencia estudia su impacto en la salud física y mental
Presentación
Además de informativo, el presente artículo es de gran utilidad en cuanto a la divulgación de un tema poco frecuentado. No obstante sus claros beneficios, debe señalarse que no ha sido elaborado por un técnico en música, hecho que explica errores comunes como el empleo de la palabra "clave" por tonalidad -típico de ciertas traducciones.
El otro punto de cuidado es que está basado sobre la idea de "lenguaje universal" atendiendo a una semántica de tipo absoluta, en donde las emociones, como la tristeza o la alegría, son comprendidas y captadas unívocamente por todos los seres humanos. Habría, en esas condiciones, una cultura general por sobre la cultura local y entonces, con la misma indolencia, podríamos decir que el principio de "todos los seres humanos" es -debe- aplicado retroactivamente. Ciertamente, a los ejemplos aquí propuestos yo opondría la música china para erhu, allí es verdaderamente difícil acertar pues, a los occidentales, nos parecerá, una y otra vez, sólo de trámite pesimista y nostálgico -para no perder los lugares comunes-, y las cosas son muy lejanas a tan elemental reducción (esto nos llevaría a aceptar que los chinos sólo evocan -o en buen número- ese tipo de emociones, luego, la conclusión lógica es que el grueso de las investigaciones aquí narradas carecen de sentido. Es este el círculo que debe evitarse, además fuertemente discriminatorio). Imposible negar que muchísima música es lineal al ideal griego de la belleza, el problema es qué hacemos con aquella que dice otras cosas, no necesariamente procesada bajo el mismo verbo. En la puesta más evidente pueden mencionarse a Schoenberg, Villa-Lobos y hasta al mismo Beethoven en decenas de obras y pasajes. Corremos peligro si comenzamos a creer que la única música posible -me refiero en este caso más cercana a lo terapéutico- fue compuesta por Mozart. En tal caso los chamanes del mundo vivieron cientos de generaciones de ilusiones: una locura semejante postulación. Y, debemos ser sinceros, no es cercana la estética de uno y otros.
Si la música tuviera argumentos tan definidos, el hombre ya los hubiera canalizado hace siglos, literalmente hablando. Lo paradójico es que materiales como este se escriben justamente por entender que nada definitivo hay en el sentido de nuestras búsquedas. No deja de ser una maravillosa contradicción el que la música haya respondido antes de ser interrogada.
Realizadas las salvedades que estimé oportunas, los dejo con un documento apropiado para ser trabajado en clase o como estimulador de reflexiones. Quité varios pequeños apartados y epígrafes por entender que confundían absurdamente el núcleo del asunto. Esos retazos los organizaré, seguramente, en un nuevo trabajo. Aprovecho para comentar que disfruto tanto la música de los clásicos, como la de jazz o la del slendro javanés. Agrego un dato más para los estudiantes: las melodías u obras en las que se "adivina" lo que sigue o son bastante "evidentes" suelen estar estructuradas con progresiones, o sobre la base de ellas, las que a su vez están determinadas por lo que técnicamente denominamos motivación melódica. Son recursos, sólo eso. En modo alguno pueden entenderse como el "mensaje" en sí mismo -la cosa en sí-, de serlo, Bach sería uno más.
Pablo Bensaya, Buenos Aires, agosto de 2005
Es tan antigua como el ser humano, activa los más profundos mecanismos neuronales, modifica el estado de ánimo y puede curar algunos males. Éste es el poder de las notas musicales
Bien mirada, la música no es más que una secuencia de sonidos ordenados, una especie de encarnación del paso del tiempo a base de ruidos, silencios y ritmos. Sin embargo, su poder para provocar reacciones emocionales en los humanos, desde la depresión al éxtasis, es tal que se ha convertido en piedra de toque de nuestro comportamiento como especie. Además del lenguaje, la capacidad para disfrutar de la música es una de las pocas habilidades que nos diferencian del resto de los animales. Y al igual que nos ocurre con el habla, se hace difícil pensar en un día en el que no escuchemos ni una sola nota.
Un nuevo estímulo para la neurología
¿Realmente la música es tan importante para nuestras vidas? Los últimos hallazgos en neurología, psicología y biología parecen demostrar que sí: escuchar melodías agradables no sólo modifica nuestro estado de ánimo sino que puede tener una influencia muy positiva en el desarrollo cognitivo humano, en el estímulo de nuestra inteligencia e incluso en la salud. Hasta hace muy poco, estas cuestiones no habían merecido la atención de la ciencia, pero ahora, el estudio de las relaciones entre música y bienestar se ha convertido en una fértil fuente de investigaciones y, gracias a ellas, empezamos a encontrar respuestas a algunas preguntas seculares. ¿Existe algún mecanismo fisiológico que controle la cascada de emociones que sugiere la música? ¿Nuestra capacidad de apreciar y crear melodías está relacionada con el funcionamiento de nuestro organismo? ¿El amor por las notas se hereda?
Una de las teorías más defendidas al respecto informa de que la naturaleza humana dicta las condiciones que ha de tener una secuencia de notas para que la interpretemos como una pieza musical. De hecho, es posible que la música remede lejanamente la organización de ritmos internos de nuestro cuerpo, como el latido del corazón, el tempo de la respiración o la sonoridad vocal de las palabras.
De ese modo podría explicarse por qué todas las manifestaciones musicales del mundo cuentan con una base emocional común. Por muy diferentes que sean su estructura, tonalidad o ritmo, las músicas del planeta comparten una línea básica: un japonés, aunque no sepa una sola palabra de flamenco, es capaz de detectar que una bulería transmite sensaciones alegres y una taranta produce emociones más tristes.
Los psicólogos británicos John Sloboda y Patrik Juslin, de la Universidad Keele, han estudiado en profundidad este fenómeno y lo han relacionado con la capacidad de sorpresa del ser humano. Sloboda asegura que “la base de nuestro comportamiento emocional es la capacidad de respuesta a situaciones que, de algún modo, nos sorprenden”. Ganar la lotería nos produce un cambio repentino en nuestras vidas a mejor, y eso genera emociones positivas. Conocer que una persona amada está enferma también nos sorprende, en este caso negativamente, y produce emociones de tristeza. “Parece que la música –dice Sloboda– pone en marcha los mismos mecanismos de asombro”. Los humanos, incluso los musicalmente legos, somos capaces de reconocer sutiles estructuras coherentes en una pieza musical y proyectar expectativas sobre ellas, como si anticipáramos qué secuencia de notas va a venir después. Cuando la música nos asombra con cambios respecto a lo esperado, genera una reacción emocional en nosotros. Los buenos compositores de canciones de éxito manejan a la perfección este mecanismo.
Lo mejor es su capacidad de sorprendernos
Según Juslin y Sloboda, el origen de esta sensación está en el lenguaje. Todos los seres humanos compartimos un código heredado para interpretar el habla. En cualquier idioma, la ira se manifiesta gritando y el cariño susurrando. Da igual a qué raza pertenezcamos, los mínimos rudimentos emocionales del habla son reconocibles universalmente. Con la música ocurre lo mismo. Los estudios de estos dos psicólogos con cientos de voluntarios demuestran que, indefectiblemente, las melodías lentas y con cadencia descendente generan en los que las escuchan sensaciones de tristeza mientras que las cadencias ascendentes producen sentimientos estimulantes. La conjunción de estos efectos provoca una cascada de emociones en el cerebro humano.
Pero la cuestión principal es saber si este mecanismo es biológico o cultural. ¿La música actúa así porque lo dictan nuestros genes o es que la cultura humana ha desarrollado un tipo limitado de manifestaciones sonoras?
Amusia: cuando el sonido no dice nada
Como en otros estudios neurológicos, la primera aproximación a las bases cerebrales del conocimiento musical, que datan de principios del siglo XX, se basó en el estudio de pacientes impedidos. Se trata de identificar si existe alguna zona del cerebro que, cuando se ve dañada, perjudica la capacidad de aprehender música. La experiencia demuestra que muchas personas con afecciones de los centros de procesamiento del habla no pierden necesariamente la función musical. Incluso se han detectado casos de personas aquejadas de amusia (incapacidad total para distinguir notas musicales) que escuchan palabras y hablan sin problemas.
Más recientemente, el estudio anatómico de cerebros de enfermos fallecidos y las técnicas de neuroimagen han permitido establecer que el conocimiento musical se procesa globalmente en varias partes del cerebro a la vez. Por ejemplo, las personas con enfermedades que aquejan al lóbulo temporal izquierdo pueden tener problemas para identificar escalas de notas, mientras que los que padecen males en el lóbulo temporal derecho muestran dificultades con el contorno musical, es decir, la interpretación de si la melodía es ascendente o descendente.
Con el cerebro oímos, vemos y recordamos notas
El neurólogo francés Herv Platel ha usado tomografías de emisión de positrones para determinar más concretamente qué áreas del cerebro están dedicadas a la música. Los resultados fueron sorprendentes ya que los cerebros estudiados manifestaron una increíble actividad, no sólo en las áreas de procesamiento del sonido y el lenguaje, sino incluso en centros ajenos como los destinados a la visión. Parece que el poder evocador de las melodías es prácticamente total: estimula la imaginación visual, el entorno lingüístico, la memoria...
Tras avanzar en la identificación de zonas cerebrales involucradas en nuestro comportamiento musical, el siguiente paso consiste en determinar si estos conocimientos pueden ser de alguna utilidad clínica. ¿Escuchar mucha música tiene algún efecto funcional en nuestro cuerpo? Multitud de estudios recientes confirman que sí. Al igual que el ejercicio físico hace que aumente la masa muscular, el ejercicio musical podría estimular el entrenamiento mental. Neurólogos del centro médico Beth Deacones de Israel han demostrado que los músicos profesionales tiene más desarrolladas las áreas de proceso auditivo y de control psicomotriz que el resto de los mortales. La diferencia de tamaño de estas zonas de la masa gris puede llegar hasta el 50 por 100.
Así las cosas, no parecería extraño que la experiencia musical pudiera tener algún efecto beneficioso para salud y, por lo que la ciencia empieza a conocer, lo tiene. Un análisis de la Universidad de California demostró en 1997 que escuchar melodías agradables reduce los niveles de estrés en medio de una intervención médica. La gastroscopia es una prueba realmente desagradable a la que tienen que verse sometidos cientos de pacientes cada día. El estudio californiano consistió en dejar que los enfermos eligieran un tipo de música para escuchar mientras se les practicaba la prueba. Los niveles de cortisol, ACTH y otras hormonas propias del estrés se redujeron sustancialmente.
En la misma línea, la doctora Bárbara Miluk-Kolasa ha medido los niveles de cortisol en enfermos a los que se les anuncia una mala noticia clínica mientras se les expone a un estímulo musical. Su reacción es mucho más sosegada que en los casos en los que no hay música de fondo.
Pero el efecto no es universal. Otros estudios demuestran que la música rítmica y a gran volumen aumenta la cantidad de hormonas estresantes en la sangre de atletas durante los entrenamientos.
Según Norman Wienberger, médico de la Universidad de California, “todos estos datos, puestos en común, demuestran que no hay una relación directa entre la música y las hormonas del estrés. El efecto depende, no sólo del tipo de composición sino del trasfondo cognitivo y cultural del individuo”.
Cuanto más se profundiza en el conocimiento de la materia, más evidentes parecen las virtudes de la música. El Instituto de Investigación del Cáncer del Reino Unido es pionero en estudios de musicoterapia oncológica. Los primeros resultados de una investigación que lleva a cabo desde el año 2002 demuestran que las técnicas de relajación en las que se emplean melodías pueden reducir hasta en un 30 por 100 los efectos secundarios de los tratamientos contra el cáncer de mama. Por ejemplo, disminuyen considerablemente los dolores y las náuseas derivadas de la quimioterapia. En el mismo centro se estudia también el uso de piezas melódicas para reducir la ansiedad que algunos pacientes experimentan al entrar en una máquina de resonancia magnética.
Algunos expertos están llevando al extremo estos conocimientos y proponen la posibilidad de que exista una forma de curación de ciertos males basada sólo en la música: la musicoterapia. No son pocos los centros que utilizan instrumentos para estimular a personas impedidas, niños con retraso evolutivo o pacientes inválidos por culpa de un derrame cerebral. Aunque en muchos casos las mejoras en la calidad de vida de estas personas son evidentes, todavía estamos lejos de comprender, desde el punto de vista de la medicina y la biología, qué relación hay entre la música y su recuperación.
Lo curioso es que el efecto contrario también es posible: una enfermedad mental puede condicionar el modo en el que escuchamos o creamos música. Parece que ése es el caso de Maurice Ravel, el compositor del célebre Bolero, aquejado de demencia progresiva. Entre los síntomas de este mal, Ravel padeció pérdida del lenguaje, dificultad motora y una disminución de la actividad del hemisferio izquierdo de su cerebro. El neurólogo francés Francois Boller cree que el Bolero es una trascripción de esos síntomas. La obra sólo tiene dos temas musicales, cada uno de los cuales se repite ocho veces. Pero cuenta con 30 líneas melódicas superpuestas y 25 combinaciones distintas de sonidos. El propio Ravel la definió como una “fabricación orquestal sin música”. Según Boller, una pieza así era lo único que Ravel podría aspirar a componer dadas sus limitaciones neurológicas en 1928 (la enfermedad empezó a manifestarse antes de 1927).
Si la capacidad artística se ve afectada por trastornos de este tipo, ¿sería posible utilizar la música como herramienta de diagnóstico? Expertos del Centro Nacional de Investigación del Alzheimer de Brescia, en Italia, están convencidos de que sí. Su idea comenzó a fraguar cuando detectaron que dos pacientes con demencia frontotemporal comenzaron a disfrutar de estilos musicales que antes abominaban. Uno de ellos, de 68 años de edad, comenzó a escuchar a todo volumen canciones de un cantante pop italiano propio de públicos quinceañeros. Otro, en este caso una mujer de casi 80 años, sorprendió a sus cuidadores con un repentino amor al rock.
Estos síntomas no se han detectado en otros tipos de demencia, como el Alzheimer; por eso, los médicos creen que los cambios bruscos de preferencias musicales podrían servir como indicio precoz del advenimiento de una enfermedad mental determinada.
¿Será verdad que nos hace más inteligentes?
Otro fértil terreno de investigaciones es el que estudia las relaciones entre la música y el desarrollo infantil. Algunos estudios preliminares realizados en animales y humanos podrían sugerir que la melodía juega un papel en el estímulo de la inteligencia. Ciertos ratones expuestos a audiciones musicales se han mostrado más hábiles a la hora de encontrar la salida de un laberinto. Tanto ha calado la idea popularmente que casi nadie discute hoy que el estudio de partituras, la educación musical y el contacto con instrumentos son piezas básicas en la educación infantil. Sin embargo todavía no existe constancia de que la música favorezca directamente la inteligencia. Algunos datos indican que, tras escuchar piezas concretas, grupos de voluntarios obtienen mejores resultados en test de cociente intelectual, sobre todo en los que tienen que ver con la memoria espacial y las secuencias. Pero no es posible demostrar, de momento, que el efecto pueda ser permanente. En el caso de los niños, es evidente que la música genera estados de relajación y concentración muy beneficiosos para el estudio y que el estímulo auditivo produce efectos en el complejo y plástico entramado de conexiones neuronales que se teje durante la infancia. ¿Pero tiene todo esto algún efecto sobre el cociente intelectual? La respuesta todavía es inconcreta.
Lo que sí sabemos es que los pequeños se muestran familiarizados con canciones que han escuchado dentro del vientre materno y que su memoria de estos acontecimientos puede durar hasta un año. Y también que los bebés de apenas unos meses de edad son capaces de reconocer las melodías de una nana que les canta habitualmente su madre aunque se le cambie la clave y el tono.
Nadie puede negarlo. El ser humano es un animal musical y ese prodigioso lenguaje de notas y ritmos que ha ideado la especie forma parte de nuestra naturaleza.
JORGE ALCALDE
ABRIL DE 2004
Fuentes: www.muyinteresante.es
viernes, 11 de septiembre de 2009
Música de arpa reconforta a pacientes moribundos
SPRINGFIELD, Oregon, EE.UU. (AP) - En una habitación de paredes blancas, un cáncer de páncreas acababa lentamente con la vida de Carolyn.
Ya no había nada que hacer por esta mujer de 62 años, sólo suministrarle morfina para aliviar el sufrimiento. Y la música de arpa de Jane Franz.
Franz y su arpa se instalaron al pie de la cama de Carolyn y la habitación fue invadida por un sonido suave, casi hipnótico. De vez en cuando hacía pausas para ajustar sus melodías a los latidos y la respiración de la paciente. Luego de 20 minutos, las notas eran como una bendición.
Junto a la cama había tres familiares de la paciente, que se tomaban de las manos. Había llantos y abrazos. Franz volvió al día siguiente con su música, y poco después Carolyn falleció.
Franz usa la música para aliviar el sufrimiento de los pacientes moribundos en el Hospital del Sagrado Corazón (Sacred Heart Hospital).
"Los médicos pueden escribir muchas recetas sin encontrar la respuesta justa", declaró el doctor Stewart Mones, director del departamento médico del hospital. "Hay ocasiones en las que ninguna medicina va a resultar tan efectiva como una terapia musical".
El oficio de Franz es una forma de músico-tanatología ("tanatos" alude a la muerte en griego) que data de hace muchos siglos. Se sabe que esa forma de terapia ante una muerte inminente ya era usada por monjes benedictinos en el siglo XI en Cluny, Francia.
El método más popular de la actualidad fue creado hace más de 30 años por Therese Schroeder-Sheker. Se trata de un programa llamado Cáliz de Reposo, en el cual la persona que ejecuta el arpa observa los movimientos del cuerpo y el estado mental del paciente, y ajusta la música a ellos.
Los músico-tanatólogos dicen que usan el arpa por ser un instrumento con muchos sonidos y tonalidades suaves, cálidas. Además, es fácil de transportar.
Ofrecen lo que denominan "vigilias" sin cobrar en numerosos hospitales y centros para deshauciados.
Cuando trabajaba en un geriátrico, Schroeder-Sheker observó que a menudo la gente moría sola, en una habitación en la que lo único que había era un televisor que transmitía comedias.
Empezó a usar la música con fines terapéuticos para pacientes moribundos en 1973. Recuerda la agonía y los sonidos de la muerte en pacientes con enfisema. Les tomaba de la mano, les llamaba por su nombre, les miraba a los ojos y les cantaba en tono bajito: "La misa de los ángeles", "Adoro te Devote," "Salve Regina".
Al ratito, ya no se sentía ruido alguno.
Esas experiencias dieron nacimiento a un movimiento.
"Traemos esta música que afecta de algún modo al paciente y sus familiares", dijo Franz, directora del programa de tanatología del Sagrado Corazón y está a cargo de un programa de dos años de músico-tanatología en el Lane Community College de Eugene, Oregón.
El programa Cuerdas Compasivas del Sagrado Corazón tiene tres músico-tanatólogos fijos que realizan unas mil vigilias por año y no dan abasto para satisfacer la demanda de sus servicios.
Generalmente son recomendados por médicos, trabajadores sociales, familiares y enfermeras. Los programas no están vinculados con fe religiosa alguna y atienden a personas de todas las creencias.
Mones dijo que en los momentos finales de la vida, la músicotanatología ayuda a lidiar con distintos temas. "Cuando empieza a sonar la música, noto que los hombros se relajan, que la gente respira hondo. Salen a la luz los sentimientos", señaló.
Sharilyn Cohn, codirectora de Sacred Flight, organización sin fines de lucro que colabora con 15 hospitales de Portland y sus alrededores, dijo que cada encuentro es único.
Afirmó que la música es una especie de medicina y que la melodía, las armonías y los ritmos se combinan para calmar al paciente y a sus familiares.
Las personas que tocan el arpa llegan al lugar sin saber qué composiciones ejecutarán.
"Tratamos de recabar información acerca de las personas, de su estado, de sus ansiedades, sus temores, su desasosiego. Tratamos de hacernos una idea acerca de la persona antes de entrar en la habitación", expresó Cohn.
"Todo puede cambiar de un momento a otro", dijo Franz. "Seguimos sus indicaciones. Ellos marcan la pauta".
El objetivo es ayudar al paciente a dar el paso final cuando ya están listos.
"Tratamos de tocar temas que no son conocidos porque si uno los conoce, piensa '¿cual era la letra...?' o trata de acordarse cuál fue la última vez que escuchó esa canción. No es eso lo que buscamos", manifestó.
"A medida que se acerca la muerte, saben qué hacer con la música; la aprovechan para tener una muerte tranquila", expresó.
Los músico-tanatólogos tienen acceso a las fichas médicas de los pacientes y aportan también observaciones: Luego de tocar para Carolyn, Franz anotó todos los cambios que percibió en su respiración y su ritmo cardíaco.
Acotó que cuando llegó Carolyn, "nadie pensó que pasaría de esa noche. Eso demuestra lo poco que sabemos".
Fuentes: www.univision.com
Ya no había nada que hacer por esta mujer de 62 años, sólo suministrarle morfina para aliviar el sufrimiento. Y la música de arpa de Jane Franz.
Franz y su arpa se instalaron al pie de la cama de Carolyn y la habitación fue invadida por un sonido suave, casi hipnótico. De vez en cuando hacía pausas para ajustar sus melodías a los latidos y la respiración de la paciente. Luego de 20 minutos, las notas eran como una bendición.
Junto a la cama había tres familiares de la paciente, que se tomaban de las manos. Había llantos y abrazos. Franz volvió al día siguiente con su música, y poco después Carolyn falleció.
Franz usa la música para aliviar el sufrimiento de los pacientes moribundos en el Hospital del Sagrado Corazón (Sacred Heart Hospital).
"Los médicos pueden escribir muchas recetas sin encontrar la respuesta justa", declaró el doctor Stewart Mones, director del departamento médico del hospital. "Hay ocasiones en las que ninguna medicina va a resultar tan efectiva como una terapia musical".
El oficio de Franz es una forma de músico-tanatología ("tanatos" alude a la muerte en griego) que data de hace muchos siglos. Se sabe que esa forma de terapia ante una muerte inminente ya era usada por monjes benedictinos en el siglo XI en Cluny, Francia.
El método más popular de la actualidad fue creado hace más de 30 años por Therese Schroeder-Sheker. Se trata de un programa llamado Cáliz de Reposo, en el cual la persona que ejecuta el arpa observa los movimientos del cuerpo y el estado mental del paciente, y ajusta la música a ellos.
Los músico-tanatólogos dicen que usan el arpa por ser un instrumento con muchos sonidos y tonalidades suaves, cálidas. Además, es fácil de transportar.
Ofrecen lo que denominan "vigilias" sin cobrar en numerosos hospitales y centros para deshauciados.
Cuando trabajaba en un geriátrico, Schroeder-Sheker observó que a menudo la gente moría sola, en una habitación en la que lo único que había era un televisor que transmitía comedias.
Empezó a usar la música con fines terapéuticos para pacientes moribundos en 1973. Recuerda la agonía y los sonidos de la muerte en pacientes con enfisema. Les tomaba de la mano, les llamaba por su nombre, les miraba a los ojos y les cantaba en tono bajito: "La misa de los ángeles", "Adoro te Devote," "Salve Regina".
Al ratito, ya no se sentía ruido alguno.
Esas experiencias dieron nacimiento a un movimiento.
"Traemos esta música que afecta de algún modo al paciente y sus familiares", dijo Franz, directora del programa de tanatología del Sagrado Corazón y está a cargo de un programa de dos años de músico-tanatología en el Lane Community College de Eugene, Oregón.
El programa Cuerdas Compasivas del Sagrado Corazón tiene tres músico-tanatólogos fijos que realizan unas mil vigilias por año y no dan abasto para satisfacer la demanda de sus servicios.
Generalmente son recomendados por médicos, trabajadores sociales, familiares y enfermeras. Los programas no están vinculados con fe religiosa alguna y atienden a personas de todas las creencias.
Mones dijo que en los momentos finales de la vida, la músicotanatología ayuda a lidiar con distintos temas. "Cuando empieza a sonar la música, noto que los hombros se relajan, que la gente respira hondo. Salen a la luz los sentimientos", señaló.
Sharilyn Cohn, codirectora de Sacred Flight, organización sin fines de lucro que colabora con 15 hospitales de Portland y sus alrededores, dijo que cada encuentro es único.
Afirmó que la música es una especie de medicina y que la melodía, las armonías y los ritmos se combinan para calmar al paciente y a sus familiares.
Las personas que tocan el arpa llegan al lugar sin saber qué composiciones ejecutarán.
"Tratamos de recabar información acerca de las personas, de su estado, de sus ansiedades, sus temores, su desasosiego. Tratamos de hacernos una idea acerca de la persona antes de entrar en la habitación", expresó Cohn.
"Todo puede cambiar de un momento a otro", dijo Franz. "Seguimos sus indicaciones. Ellos marcan la pauta".
El objetivo es ayudar al paciente a dar el paso final cuando ya están listos.
"Tratamos de tocar temas que no son conocidos porque si uno los conoce, piensa '¿cual era la letra...?' o trata de acordarse cuál fue la última vez que escuchó esa canción. No es eso lo que buscamos", manifestó.
"A medida que se acerca la muerte, saben qué hacer con la música; la aprovechan para tener una muerte tranquila", expresó.
Los músico-tanatólogos tienen acceso a las fichas médicas de los pacientes y aportan también observaciones: Luego de tocar para Carolyn, Franz anotó todos los cambios que percibió en su respiración y su ritmo cardíaco.
Acotó que cuando llegó Carolyn, "nadie pensó que pasaría de esa noche. Eso demuestra lo poco que sabemos".
Fuentes: www.univision.com
Puericultura previene enfermedades en los niños
Rosa Martha De la Garza Barrio, Directora del Colegio Anton Makarenko de La Laguna, informó que también la Facultad de Medicina y el Hospital Infantil Universitario, organizan este encuentro al que convocan tanto a estudiantes, profesionistas y público en general.
Torreón.- A través de la puericultura se pueden prevenir enfermedades en los pequeños, aseguró Rosa Martha De la Garza Barrio, Directora del Colegio Anton Makarenko de La Laguna.
El próximo 10 de septiembre inicia el “Quinto Congreso Estatal de Enfermería en Coahuila y XIII Jornadas de Puericultura”.
De la Garza Barrio dijo que la labor de una puericultora y los beneficios que puede traer en los menores, será uno de los temas a tratar. Este año se hablará también de la importancia de la Musicoterapia en el Desarrollo Psicosocial del Niño.
La Facultad de Medicina, el Hospital Infantil Universitario y el Colegio Anton Makarenko, organizan este encuentro al que convocan tanto a estudiantes, profesionistas y público en general.
Durante tres días se abordarán temas encaminados a la prevención de enfermedades y cuidado de la salud en los niños.
La también representante legal de la Asociación Pro Derechos de los Niños de La Laguna, explicó que las nuevas generaciones requieren de cuidados especiales, pues cada vez son más madres las que trabajan y el número de hijos es menor.
“Todo es muy diferente en la actualidad, antes las familias eran muy grandes y los niños interactuaban con sus hermanos. Ahora los pequeños deben ir a guarderías o se quedan entre adultos”, detalló.
Entre los temas a impartirse se encuentran: Los Derechos de los Niños, Cuidados Innovadores, Intervención del Puericultirista en el Cuidado Holístico del Paciente Pediátrico, Accidentes en Edad Pediátrica, Estimulación Global, Infecciones Nosocomiales, Alimentación en el Embarazo y primer año de vida, Importancia de la Musicoterapia en el Desarrollo del Niño y Abordaje Emocional de los Niños Hospitalizados y su Familia.
Además de médicos, profesionistas de la salud, estudiantes de enfermería, puericultoras, educadoras y nutriólogos, los padres de familia interesados en conocer más sobre algún tema de los que se abordarán, también pueden asistir.
La inauguración se llevará a cabo el próximo jueves a las 9:00 horas en la sede del congreso que en esta ocasión será el Auditorio de la Facultad de Medicina de la U A de C. La primera conferencia correrá por parte de David Omar Sifuentes Bocardo con el tema “Los Derechos de los Niños”.
Ethel Arredondo
Fuentes: www.milenio.com
La musicoterapia ayuda a tratar cualquier tipo de patología
la doctora en Musicoterapia por la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y subdirectora del Máster de Formación Superior en Musicoterapia de dicha entidad académica, María Jesús del Olmo, opina que es una disciplina que ayuda "a cualquier tipo de enfermedad, desde físicas a psíquicas, en cualquier franja de edad, desde los más pequeños a los mayores".
CARMONA (SEVILLA) 9 (EUROPA PRESS)
Del Olmo realizó estas declaraciones en el marco del curso de verano de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) 'Introducción a la Musicoterapia aplicada' que se celebra en Carmona. Asimismo indicó que en Andalucía se está empezando a realizar este tipo de terapia en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla "y son muy poquitas ciudades las que cuentan con expertos en el ramo", aunque recalcó que "cada vez son más y están más abiertos para contratar a estos profesionales".
La profesora afirmó en su conferencia que durante su investigación --que duró 15 meses-- sobre bebés de cero a seis meses en Cuidados Intensivos Pediátricos, "la música ayuda a mejorar la calidad de vida de éstos, pero siempre música hecha especialmente para ellos, en directo con un teclado y una guitarra".
Continuó diciendo que "ha sido muy importante la presencia de los padres", ya que "cuando se conjugaban música, niños y progenitores el resultado ha sido óptimo", porque "los padres cuando tienen un niño hospitalizado llegan con mucha ansiedad y una vez que ven que pueden relacionarse gracias a la mediación de un musicoterapeuta, se les cambia el chip".
Sobre los parámetros que se utilizan para ver la mejoras indicó que los fisiológicos son la frecuencia cardiaca y respiratoria y la saturación de oxígeno, además de la realización de un test de bienestar del paciente.
Al hilo, añadió que "realmente la mejoría aparece en apenas diez minutos" y agregó que, en el caso de su investigación sobre bebés, "están en la UCI por un problema crítico, lo que necesitan es estabilizarse y la música ayuda a ello, todo se minimiza y la calidad del paciente mejora".
Por último añadió sobre la implantación de la musicoterapia que "en la universidad solo existen postgrados, pero el problema real es que no está reconocida en el INEM como una profesión", situación que podría solucionarse creando un Grado que facilite su reconocimiento como profesionales de la salud.
Fuentes: www.adn.es
CARMONA (SEVILLA) 9 (EUROPA PRESS)
Del Olmo realizó estas declaraciones en el marco del curso de verano de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) 'Introducción a la Musicoterapia aplicada' que se celebra en Carmona. Asimismo indicó que en Andalucía se está empezando a realizar este tipo de terapia en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla "y son muy poquitas ciudades las que cuentan con expertos en el ramo", aunque recalcó que "cada vez son más y están más abiertos para contratar a estos profesionales".
La profesora afirmó en su conferencia que durante su investigación --que duró 15 meses-- sobre bebés de cero a seis meses en Cuidados Intensivos Pediátricos, "la música ayuda a mejorar la calidad de vida de éstos, pero siempre música hecha especialmente para ellos, en directo con un teclado y una guitarra".
Continuó diciendo que "ha sido muy importante la presencia de los padres", ya que "cuando se conjugaban música, niños y progenitores el resultado ha sido óptimo", porque "los padres cuando tienen un niño hospitalizado llegan con mucha ansiedad y una vez que ven que pueden relacionarse gracias a la mediación de un musicoterapeuta, se les cambia el chip".
Sobre los parámetros que se utilizan para ver la mejoras indicó que los fisiológicos son la frecuencia cardiaca y respiratoria y la saturación de oxígeno, además de la realización de un test de bienestar del paciente.
Al hilo, añadió que "realmente la mejoría aparece en apenas diez minutos" y agregó que, en el caso de su investigación sobre bebés, "están en la UCI por un problema crítico, lo que necesitan es estabilizarse y la música ayuda a ello, todo se minimiza y la calidad del paciente mejora".
Por último añadió sobre la implantación de la musicoterapia que "en la universidad solo existen postgrados, pero el problema real es que no está reconocida en el INEM como una profesión", situación que podría solucionarse creando un Grado que facilite su reconocimiento como profesionales de la salud.
Fuentes: www.adn.es
lunes, 31 de agosto de 2009
jueves, 13 de agosto de 2009
Musicoterapia: Las canciones apacibles alegran al corazón
HealthDay News (FUENTE: Temple University)
viernes, 17 de abril de 2009
Un estudio sugiere que esto es particularmente verdad cuando los pacientes eligen la música.
Si tiene problemas cardiacos, escuche canciones apacibles en su iPod o reproductor de CD.
Pacientes hospitalizados de enfermedad cardiaca coronaria redujeron su tasa cardiaca, tasa respiratoria y presión arterial tan sólo escuchando música, encontró una revisión de 23 estudios anteriores llevada a cabo por la Universidad de Temple.
El informe, que aparece en la edición más reciente de la revista The Cochrane Library, encontró que los efectos calmantes fueron mayores cuando estos pacientes eligieron sus propias canciones. Por ejemplo, las tasas de pulso de los pacientes se redujeron en más latidos por minuto cuando eligieron ellos en comparación con los que escucharon música elegida por los investigadores.
"Así que sabemos por experiencia clínica que si la gente selecciona música que le gusta, y la música tiene cualidades sedantes como un tiempo lento, armonías predecibles y la ausencia de cambios repentinos, podrán relajarse mejor al escucharla", dijo el investigador Joke Bradt, director asistente del Centro de Investigación de las Artes y la Calidad de Vida de la Universidad de Temple, en un comunicado de prensa de la institución.
La revisión evaluó estudios anteriores sobre cómo la música afectaba a 1,461 pacientes de enfermedad cardiaca coronaria, ya fuera durante un procedimiento cardiaco o dentro de dos días de una hospitalización. En todos los estudios, la música utilizada tenía tiempos lentos, pero en algunos casos, se empleó a un musicoterapeuta para ayudar a seleccionar las canciones.
El Dr. Robert Bonow, ex presidente de la American Heart Association, desafió los hallazgos. Aunque está de acuerdo en que aliviar el estrés es importante para los pacientes cardiacos, dijo que la nueva revisión "no muestra evidencia concluyente de que esta terapia de relajación en realidad reduzca el estrés, mucho menos que reduzca los resultados del estrés".
"El ejercicio es benéfico porque reduce el estrés, pero también reduce la presión arterial", apuntó Bonow, jefe de cardiología de la Universidad de Northwestern, en el mismo comunicado de prensa.
Más información
La American Music Therapy Association Inc. tiene más información sobre la musicoterapia.
Fuente: www.diariosalud.net
viernes, 17 de abril de 2009
Un estudio sugiere que esto es particularmente verdad cuando los pacientes eligen la música.
Si tiene problemas cardiacos, escuche canciones apacibles en su iPod o reproductor de CD.
Pacientes hospitalizados de enfermedad cardiaca coronaria redujeron su tasa cardiaca, tasa respiratoria y presión arterial tan sólo escuchando música, encontró una revisión de 23 estudios anteriores llevada a cabo por la Universidad de Temple.
El informe, que aparece en la edición más reciente de la revista The Cochrane Library, encontró que los efectos calmantes fueron mayores cuando estos pacientes eligieron sus propias canciones. Por ejemplo, las tasas de pulso de los pacientes se redujeron en más latidos por minuto cuando eligieron ellos en comparación con los que escucharon música elegida por los investigadores.
"Así que sabemos por experiencia clínica que si la gente selecciona música que le gusta, y la música tiene cualidades sedantes como un tiempo lento, armonías predecibles y la ausencia de cambios repentinos, podrán relajarse mejor al escucharla", dijo el investigador Joke Bradt, director asistente del Centro de Investigación de las Artes y la Calidad de Vida de la Universidad de Temple, en un comunicado de prensa de la institución.
La revisión evaluó estudios anteriores sobre cómo la música afectaba a 1,461 pacientes de enfermedad cardiaca coronaria, ya fuera durante un procedimiento cardiaco o dentro de dos días de una hospitalización. En todos los estudios, la música utilizada tenía tiempos lentos, pero en algunos casos, se empleó a un musicoterapeuta para ayudar a seleccionar las canciones.
El Dr. Robert Bonow, ex presidente de la American Heart Association, desafió los hallazgos. Aunque está de acuerdo en que aliviar el estrés es importante para los pacientes cardiacos, dijo que la nueva revisión "no muestra evidencia concluyente de que esta terapia de relajación en realidad reduzca el estrés, mucho menos que reduzca los resultados del estrés".
"El ejercicio es benéfico porque reduce el estrés, pero también reduce la presión arterial", apuntó Bonow, jefe de cardiología de la Universidad de Northwestern, en el mismo comunicado de prensa.
Más información
La American Music Therapy Association Inc. tiene más información sobre la musicoterapia.
Fuente: www.diariosalud.net
miércoles, 5 de agosto de 2009
Escuchar su música favorita es bueno para salud cardiovascular
Al igual que la risa, genera dilatación de los vasos sanguíneos y causa bienestar
WASHINGTON [EL COMERCIO / AGENCIAS]. Las canciones que elevan espiritualmente nuestros corazones pueden también fortalecerlos físicamente, según investigadores estadounidenses de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland.
Tras mostrar en el 2005 una correlación entre la risa y las enfermedades del corazón, ahora encontraron beneficios cardíacos en el acto de escuchar música: los vasos sanguíneos se dilatan casi de la misma forma que lo hacen cuando se toma la medicación para lograrlo.
"Tenemos un efecto bastante impresionante", aseguró el doctor Michael Miller, director de cardiología preventiva del centro médico de la citada universidad.
"El diámetro de los vasos mejoró", señaló el autor durante una entrevista telefónica.
"Los vasos se abrieron bastante. Uno puede observar la apertura de los vasos con otras actividades, como el ejercicio", añadió.
EFECTO BENEFICIOSO
Cuando los vasos sanguíneos se dilatan, la sangre fluye más fácilmente y es menos proclive a formar coágulos sanguíneos, los cuales causan ataques al corazón y accidentes cerebrovasculares (ACV). Los vasos elásticos además resisten el endurecimiento o aterosclerosis. Un efecto similar se observa con fármacos como las estatinas y los inhibidores para la insuficiencia cardíaca.
"No estamos diciendo a la gente que deje las estatinas o que no ejercite, pero sí que sume esto a un programa general de salud cardíaca", expresó Miller, quien presentó sus hallazgos en un encuentro de la Asociación Estadounidense del Corazón.
El autor indicó que llegó a esta idea después de descubrir previamente que la risa hacía que la sangre fluyera mejor.
"Me pregunté qué otras cosas nos hacen sentir realmente bien, más allá de las calorías que provienen del chocolate, por supuesto. Se me ocurrió la música (...) Realmente me hace sentir bien", explicó Miller.
MÁS DATOS
El experimento
1. Se evaluó a 10 hombres y mujeres sin problemas de salud. Se les pidió que llevaran su música favorita y otra que aumentara su ansiedad.
2. Mientras escuchaban las canciones, fueron sometidos a varias pruebas para medir la dilatación de sus vasos sanguíneos. El diámetro de estos aumentó 26% en promedio cuando los voluntarios escuchaban su música favorita.
Fuente: www.elcomercio.com.pe
WASHINGTON [EL COMERCIO / AGENCIAS]. Las canciones que elevan espiritualmente nuestros corazones pueden también fortalecerlos físicamente, según investigadores estadounidenses de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland.
Tras mostrar en el 2005 una correlación entre la risa y las enfermedades del corazón, ahora encontraron beneficios cardíacos en el acto de escuchar música: los vasos sanguíneos se dilatan casi de la misma forma que lo hacen cuando se toma la medicación para lograrlo.
"Tenemos un efecto bastante impresionante", aseguró el doctor Michael Miller, director de cardiología preventiva del centro médico de la citada universidad.
"El diámetro de los vasos mejoró", señaló el autor durante una entrevista telefónica.
"Los vasos se abrieron bastante. Uno puede observar la apertura de los vasos con otras actividades, como el ejercicio", añadió.
EFECTO BENEFICIOSO
Cuando los vasos sanguíneos se dilatan, la sangre fluye más fácilmente y es menos proclive a formar coágulos sanguíneos, los cuales causan ataques al corazón y accidentes cerebrovasculares (ACV). Los vasos elásticos además resisten el endurecimiento o aterosclerosis. Un efecto similar se observa con fármacos como las estatinas y los inhibidores para la insuficiencia cardíaca.
"No estamos diciendo a la gente que deje las estatinas o que no ejercite, pero sí que sume esto a un programa general de salud cardíaca", expresó Miller, quien presentó sus hallazgos en un encuentro de la Asociación Estadounidense del Corazón.
El autor indicó que llegó a esta idea después de descubrir previamente que la risa hacía que la sangre fluyera mejor.
"Me pregunté qué otras cosas nos hacen sentir realmente bien, más allá de las calorías que provienen del chocolate, por supuesto. Se me ocurrió la música (...) Realmente me hace sentir bien", explicó Miller.
MÁS DATOS
El experimento
1. Se evaluó a 10 hombres y mujeres sin problemas de salud. Se les pidió que llevaran su música favorita y otra que aumentara su ansiedad.
2. Mientras escuchaban las canciones, fueron sometidos a varias pruebas para medir la dilatación de sus vasos sanguíneos. El diámetro de estos aumentó 26% en promedio cuando los voluntarios escuchaban su música favorita.
Fuente: www.elcomercio.com.pe
jueves, 16 de julio de 2009
Musicoterapia , el arte de curar con el sonido.
Nadie duda de que la música provoca un gran impacto emocional en las personas.
Ya nos lo recuerda Oscar Wilde con sus palabras : ” El arte de la música es el que más cercano se halla de las lágrimas y de los recuerdos ” .
Permite que los sentimientos y las emociones afloren, sobre todo en pacientes con dificultades del lenguaje, discapacidad ó problemas de comunicación.
Sonidos, ritmos, melodías … todas las culturas guardan un patrimonio musical tan antiguo como la historia de sus pueblos y se han servido de sus efectos terapeúticos para sanar el cuerpo y elevar el alma.
Es el lenguaje de la afectividad , de lo que no puede ser expresado en palabras ; estamos en contacto con el sonido desde que nos encontramos en el vientre materno y escuchamos los sonidos del entorno prenatal transmitidos a través del líquido amniótico.
La capacidad sensitiva del feto es superior a lo que podríamos imaginarnos .
Primero serán los latidos del corazón de la madre los que escuchemos y el fluir de la sangre.
Más tarde empezamos a escuchar la voz de la madre y algunos sonidos externos . Incluso se puede reconocer alguna música ó melodía interpretada por la madre durante la gestación.
Entre otros beneficios, la musicoterapia promueve un vínculo más estrecho con el bebé durante el embarazo, el parto y las primeras horas de vida.
Actualmente, la terapia musical se emplea en enfermos psíquicos , para estimular a los niños con sindrome de Down , en el tratamiento de niños autistas , en personas que padecen enfermedades neurológicas como el Parkinson ó el Alzheimer y para tratar a quienes padecen determinadas deficiencias auditivas.
Y es que numerosos estudios y experimentos científicos han constatado que el sonido y el ritmo afectan , por ejemplo al ritmo respiratorio : las piezas rápidas lo hacen más vivo y ligero provocando si es demasiado fuerte, angustia y descontrol emocional ; mientras que las lentas , lo hacen más lento y profundo , ayudando a su vez a mejorar el metabolismo, controlar las emociones y estimular el pensamiento positivo.
La música también estimula la producción de endorfinas, sustancias naturales que se producen en el Hipotálamo y aportan sensación de bienestar.
Las endorfinas inciden sobre el cerebro, atenúan el dolor y actúan como un tranquilizante.
También el ritmo cardiaco es muy sensible a la música y más especialmente al ritmo.
Según sea el tiempo de una pieza musical, el ritmo cardiaco se calmará ó se acelerará. Los ritmos rápidos crearan más stres que los lentos.
La música a un volumen alto eleva la temperatura corporal , mientras que a un volumen suave produce el efecto contrario.
La actividad cerebral también se ve afectada por la música.
De esta forma , escuchar y tocar piezas tranquilas calma los impulsos cerebrales. Parece que la música es, además un método ideal para armonizar los dos hemisferios cerebrales ; y que unos cuantos minutos de escucha ó el uso de sencillos ejercicios musicales aumentan la concentración y estimulan la creatividad.
La terapia musical resulta particularmente beneficiosa en niños , ya que son más propensos a reaccionar de una forma espontánea y desinhibida.
Habitualmente la terapia musical se realiza en grupo . A los participantes se les anima a tocar un instrumento musical ó a cantar.
No importa que no se tengan nociones musicales, lo importantes es improvisar. En esto consiste la terapia musical activa, basada en su composición.
Se utiliza sobre todo en personas con dificultades de expresión ó de relación con los demás . También a los discapacitados para mantener una buena coordinación corporal y mental.
La terapia musical pasiva , es sencillamente escuchar música. Normalmente se ofrece de forma individual y está más indicada en trastornos emocionales , en el tratamiento del autismo y de las enfermedades del desarrollo.
Pero la musicoterapia no solo abarca los instrumentos musicales ó cantos, va aún más allá; también es importante disfrutar de las suaves melodías que nos ofrece a diario nuestra naturaleza. De escuchar y sentir su lenguaje y su eterna música.
Dejarnos envolver en suaves ecos de cascadas , el crepitar de la lluvia ó la sintonía de pájaros cantores.
Es la musicoterapia de la vida.
Nos llena de paz, tranquilidad, sabiduría, sosiego ; nos ayuda a parar el pensamiento; aclarar nuestra confusa mente y a sentirnos en armonía con nosotros mismos.
¿ Qué mejor terapia que dejarnos envolver en la dulce orquesta que nos ofrece cada día nuestra Naturaleza ?
Fuentes: El blog de Casa Pià
La musicoterapia en la etapa infantil
La musicoterapia consiste en la aplicación científica del sonido, la música y el movimiento para facilitar la comunicación, promover la expresión individual y favorecer la integración social. Como técnica de estimulación temprana, su uso se está extendiendo dentro de los programas educativos para facilitar el aprendizaje en los más pequeños.
La musicoterapia es una disciplina de carácter natural, complementaria y no farmacológica cuya herramienta de trabajo es la música y sus componentes, utilizándola como sonidos, estructuras rítmicas o trozos musicales. Cada vez se usa más para conseguir de una forma natural resultados terapéuticos tanto a nivel psicomotriz, como psicológico, energético y orgánico.
Los programas diseñados para el uso de la música en musicoterapia estimulan determinadas zonas del cuerpo humano que ayudan a equilibrar funciones orgánicas o psicológicas concretas. Es recomendable trabajar esta disciplina de una manera interdisciplinar, es decir, trabajar en equipo entre el musicoterapeuta y los otros profesionales cualificados.
Métodos de aplicación
Las sesiones se preparan y diseñan según las características del paciente, combinando múltiples factores.
El uso de la música para ayudar a niños en el aprendizaje y la memorización del material se basa en su uso como una pauta estructural, en la que la música se hace presente simultáneamente con el material que tiene que ser aprendido. La música se convierte de esta manera en el medio pedagógico para transmitir información, y como vehículo para memorizar palabras y/o acciones.
Un poco de historia
Aunque tenemos referencias del uso de la música en prácticamente todas las culturas de la antigüedad, hasta el siglo XX no se fundó la musicoterapia como disciplina concreta. El primer Instituto de Musicoterapia se creó en 1942 en Estocolmo (Suecia) y en 1954, Thayer Gaston, fue nombrado director de Musicoterapia de la Universidad de Kansas (EE.UU.), creándose entonces el primer título universitario en esta especialidad. Durante esta etapa, Gaston establece los principios generales en los que se basa la musicoterapia actual.
Fuente: paraBebes.com
La ópera es buena para el corazón
BBC Ciencia
Escuchar cierto tipo de música -como la ópera- puede ayudar a reducir el ritmo cardíaco y la presión arterial, revela un estudio.
Todo parece indicar que las enardecedoras melodías operáticas, como el Nessun Dorma de Puccini con sus múltiples crescendos y diminuendos, es la mejor música para el corazón.
Según los científicos de la Universidad de Pavia, en Italia, la ópera puede incluso ayudar en la rehabilitación de los pacientes que han sufrido un derrame cerebral.
En muchos hospitales ya se usa la música de manera holística en las salas de pacientes internados.
Además de ser una terapia barata y fácil de administrar, se ha demostrado que la música tiene efectos perceptibles en el organismo y el ánimo.
Tipos de música
Según el nuevo estudio publicado en la Circulation (Circulación), la revista de la Asociación Estadounidense del Corazón, se ha visto que la música de tempo más rápido aumenta el ritmo respiratorio y cardíaco y la presión arterial.
Y la música más lenta provoca el efecto contrario.
Para identificar cuál es el tipo de música que puede tener mejores efectos sobre el corazón, el doctor Luciano Bernadi y sus colegas pidieron a 24 voluntarios sanos que escucharan cinco grabaciones de música clásica elegidas al azar.
Los investigadores llevaron un registro de la forma como respondía el organismo de los participantes.
Las grabaciones incluían secciones de la Novena Sinfonía de Beethoven, un aria de Turandot de Puccini, la cantata número 169 de Bach, Va Pensiero de Nabucco y Libiam Nei Lieti Calici de La Traviata.
Los científicos notaron que cada crescendo musical (un aumento gradual en la intensidad de la música) provocó excitación en el organismo, lo que condujo al estrechamiento de los vasos sanguíneos subcutáneos y al aumento de la presión arterial, el ritmo cardíaco y las tasas respiratorias.
Por el contrario, los diminuendos (una disminución gradual en la intensidad muscial) causó relajación, lo que a su vez disminuyó el ritmo cardíaco y la presión arterial.
De creciente intensidad
Los investigadores probaron varias combinaciones de música y también períodos de silencio con los voluntarios.
Encontraron que las grabaciones con un mayor énfasis en la rotación de intensidad rápida y lenta, como la música operática, parece ser la mejor para la circulación y el corazón.
Las arias de Verdi, que hacen uso de frases musicales de 10 segundos de duración, parecen sincronizar perfectamente con el ritmo cardiovascular natural, dicen los autores.
"La música induce un cambio continuo, dinámico, y hasta cierto punto previsible, en el sistema cardiovascular" afirma el doctor Bernadi.
"Este hallazgo es importante para nuestro entendimiento de cómo podemos utilizar la música en la medicina de rehabilitación", agrega.
Music in Hospitals (Música en Hospitales) es una organización en el Reino Unido que ofrece música viva para hospitales, hospicios y asilos y que fue establecida originalmente después de la Segunda Guerra Mundial para ayudar a los veteranos heridos.
Según su presidenta, Diana Greenman, "hemos visto enormes beneficios en las personas que han sufrido un derrame cerebral o un infarto. El poder de la música es increíble.
"Es holística, pero muy a menudo escucho de pacientes que han sufrido un derrame y que de pronto son capaces de moverse a ritmo de la música después de haber quedado paralizados", agrega.
Los expertos afirman que los resultados del estudio son importantes porque podrían conducir a nuevas formas de terapia y rehabilitación para los 20 millones de personas que sufren derrames cerebrales cada año en el mundo.
Fuente: www.bbc.co.uk
Vivaldi para calmar el alma
El Hospital Comarcal implanta la musicoterapia para tratar a los pacientes oncológicos
MARIA A. CRESPÍ. SA POBLA. Todo el mundo conoce la finalidad recreativa de la música. Pero son menos quienes saben que una melodía puede llegar a tener efectos terapéuticos sobre personas con problemas de salud. Así se pone en práctica desde hace cuatro meses en el centro de día del Hospital Comarcal de Inca.
Sus pacientes escuchan música mientras reciben el tratamiento de quimioterapia. Es un sistema que se conoce con el nombre de musicoterapia.
Este novedoso tratamiento hace uso de sonidos, piezas musicales y estructuras rítmicas para conseguir entre las personas enfermas diferentes resultados terapéuticos a nivel psicológico.
Música de Vivaldi
Concretamente, en el Hospital Comarcal de Inca utilizan un programa musical llamado Vivaldi. A través de un MP3 los pacientes oncológicos, la mayoría mujeres, van escuchando Las cuatro estaciones del compositor barroco, que representan los cuatro estados que, según los expertos, pueden sentirse en estos casos de enfermedad: ansiedad, ira, astenia o depresión.
Los pacientes valoran este programa y aseguran que la música "les ayuda a calmarse". La mayoría de ellos coincide en que esta terapia les reporta "beneficios" a todos los niveles.
En concreto, manifiestan que la música los relaja o bien los distrae del "pinchazo" de la quimioterapia y del difícil trago que les supone la exposición al tratamiento. Muchos de ellos aseguran que hacía tiempo que no escuchan música y que esta terapia les ha abierto la puerta para reencontrarse con este arte.
De hecho, algunas pacientes que ya han terminado el tratamiento aseguran que ahora escuchan más música en sus casas y que vuelven a sentir el placer "por las pequeñas cosas de la vida, como una canción".
El programa se ha puesto en marcha con la colaboración de la junta balear de la Asociación Española contra el Cáncer. El Hospital Comarcal de Inca es el centro pionero en Balears en la utilización de esta terapia.
Fuente: www.diariodemallorca.es
La música es la mejor medicina de los pacientes que han sufrido un ataque apopléjico
Los pacientes que han sufrido un ataque apopléjico parecen recuperarse más rápidamente escuchando música de su elección, según han descubierto investigadores finlandeses.
Un equipo de expertos de la Universidad de Helsinki hizo un estudio de sesenta pacientes ingresados en el hospital por un ataque de ese tipo y compararon a quienes escucharon música durante dos horas al día con quienes sólo escucharon audiolibros o nada.
Los del primer grupo mostraron una más rápida recuperación de la memoria y de la capacidad de atención, según el estudio, publicado en la revista especializada británica Brain.
El director de la investigación, Teppo Sarkamo, señaló que la música puede emplearse con efectos positivos en los pacientes que no están aún preparados para otros tipos de rehabilitación. El objetivo del estudio era ofrecer ese tipo de terapia antes de que apareciesen ciertas secuelas normalmente asociadas a un ataque apopléjico.
La mayoría de los pacientes tenían problemas de movimiento o relacionados con la atención y la memoria. Tras tres meses de terapia musical, la memoria verbal mejoró un 60 por ciento en el primer grupo frente a sólo un 18 por ciento de los pacientes que prefirieron los audiolibros y un 29 por ciento de los que no escucharon ni una cosa ni la otra.
La habilidad de controlar y llevar a cabo operaciones mentales y acertar entre distintas respuestas posibles mejoró en un 17 por ciento en el primer grupo y nada, en cambio, en los otros dos.
Otro efecto positivo observado en el grupo de quienes escucharon música es que mostraban menor tendencia a la depresión o a la confusión mental.
El director del estudio reconoció que es preciso seguir investigando el tema para llegar a conclusiones más definitivas y dijo que no hay por qué suponer que la terapia musical va a funcionar necesariamente con todos los pacientes.
Fuente: www.noticiascadadia.com
martes, 30 de junio de 2009
Más estudios confirman que la música ayuda a la rehabilitación
Menos dolor, mejor ánimo y autoestima son algunos efectos que ritmos y melodías generan en quienes sufren patologías como alzheimer, autismo, cardiopatías o déficits neurológicos.
Cristián M. González S.
Si quiere estabilizar su ritmo cardíaco y disminuir su presión arterial, tome un movimiento de la Novena Sinfonía de Beethoven, un aria de "Turandot" de Puccini y el Va Pensiero de "Nabucco" antes de dormir. Aunque la prescripción suene rara, todo parece indicar que este tipo de música, con sus múltiples crescendos y minuendos , es la mejor para el corazón.
Un estudio publicado en el último número de la revista Circulation, de la Asociación Estadounidense del Corazón, muestra que la música de tempo más rápido aumenta el ritmo respiratorio y cardíaco, así como la presión arterial. En cambio, la música más lenta genera un efecto contrario.
Según los científicos de la Universidad de Pavia, en Italia, la ópera puede incluso ayudar en la rehabilitación de los pacientes que han sufrido un derrame cerebral.
Para ellos, este estudio viene a confirmar lo que en muchos hospitales del planeta -Chile incluido- ya es una práctica cotidiana: el uso de música como una herramienta terapéutica más.
Experiencias en Chile
Además de ser una terapia barata y fácil de administrar, se ha demostrado que la música tiene efectos perceptibles en el organismo y el ánimo. Y sin efectos secundarios: reduce el estrés, calma el dolor, aumenta la autoestima, mejora conductas... son algunos de los beneficios observados en pacientes con enfermedades tan diversas como alzheimer, parkinson, traumatismos de cráneo, autismo, demencia, trastornos de conducta, ceguera, VIH, patologías mentales y neurológicas.
"Una música que produce un efecto de relajación hace que el paciente entre en un estado que favorece su sanación", dice la doctora Francisca Paravic, fisiatra de Clínica Indisa, uno de los pocos centros de salud privado en donde se está trabajando en un proyecto musical en la unidad de pacientes críticos.
El Servicio de Neurología del Hospital Barros Luco inició en 2003 un programa pionero en la recuperación de sus pacientes, usando música ambiental tan diversa como melodías clásicas, pop o latinas. A juicio del doctor Jorge Nogales-Gaete, director del Departamento de Neurología Sur de la U. de Chile, es una experiencia positiva, porque "genera en los pacientes una motivación neutra de conversación y ocupa su pensamiento y los desvía de la enfermedad".
Mireya González, presidenta de la Asociación Chilena de Musicoterapia, es también la responsable del programa que aplica la Corporación de Ayuda al Niño Quemado (Coaniquem). "Trabajamos con los niños mientras están en curaciones y en el pre y postoperatorio, en forma individual o en sesiones grupales, para bajar la ansiedad, desbloquear emociones y distraer del dolor".
Para ello utilizan instrumentos musicales o música envasada, del gusto de cada paciente. "No hay una receta; se trabaja en torno a lo que cada niño necesita".
Una intervención novedosa es la que realiza el Instituto Teletón con jóvenes con lesiones medulares. Un software especial, conectado a una cámara de video que enfoca la parte del cuerpo que se quiere trabajar, permite que la persona ejecute una melodía sólo moviendo su cabeza o una mano, por ejemplo.
"Se establecen rangos y parámetros de movimiento, según la necesidad terapéutica. Así se trabaja no sólo lo funcional, sino también la parte emocional y social", explica el musicoterapeuta Sergio Hazard, quien también ha realizado terapias con pacientes con parkinson, quienes mejoran su marcha y equilibrio al ritmo de la música.
Sonidos que "nutren"
Los beneficios de la música también tocan a los recién nacidos. Un estudio canadiense publicado este mes en la revista Archives of Disease in Childhood afirma que la música ayuda a las guaguas prematuras a reducir el dolor y mejorar su desarrollo y crecimiento.
Los investigadores de la U. de Alberta también hallaron evidencia preliminar de que, además de calmar a los niños y sus padres, la música puede estabilizar la condición del recién nacido, mejorar su saturación de oxígeno y ayudarlo a subir de peso, reduciendo su período de hospitalización.
Fuente: elmercurio.com
Cristián M. González S.
Si quiere estabilizar su ritmo cardíaco y disminuir su presión arterial, tome un movimiento de la Novena Sinfonía de Beethoven, un aria de "Turandot" de Puccini y el Va Pensiero de "Nabucco" antes de dormir. Aunque la prescripción suene rara, todo parece indicar que este tipo de música, con sus múltiples crescendos y minuendos , es la mejor para el corazón.
Un estudio publicado en el último número de la revista Circulation, de la Asociación Estadounidense del Corazón, muestra que la música de tempo más rápido aumenta el ritmo respiratorio y cardíaco, así como la presión arterial. En cambio, la música más lenta genera un efecto contrario.
Según los científicos de la Universidad de Pavia, en Italia, la ópera puede incluso ayudar en la rehabilitación de los pacientes que han sufrido un derrame cerebral.
Para ellos, este estudio viene a confirmar lo que en muchos hospitales del planeta -Chile incluido- ya es una práctica cotidiana: el uso de música como una herramienta terapéutica más.
Experiencias en Chile
Además de ser una terapia barata y fácil de administrar, se ha demostrado que la música tiene efectos perceptibles en el organismo y el ánimo. Y sin efectos secundarios: reduce el estrés, calma el dolor, aumenta la autoestima, mejora conductas... son algunos de los beneficios observados en pacientes con enfermedades tan diversas como alzheimer, parkinson, traumatismos de cráneo, autismo, demencia, trastornos de conducta, ceguera, VIH, patologías mentales y neurológicas.
"Una música que produce un efecto de relajación hace que el paciente entre en un estado que favorece su sanación", dice la doctora Francisca Paravic, fisiatra de Clínica Indisa, uno de los pocos centros de salud privado en donde se está trabajando en un proyecto musical en la unidad de pacientes críticos.
El Servicio de Neurología del Hospital Barros Luco inició en 2003 un programa pionero en la recuperación de sus pacientes, usando música ambiental tan diversa como melodías clásicas, pop o latinas. A juicio del doctor Jorge Nogales-Gaete, director del Departamento de Neurología Sur de la U. de Chile, es una experiencia positiva, porque "genera en los pacientes una motivación neutra de conversación y ocupa su pensamiento y los desvía de la enfermedad".
Mireya González, presidenta de la Asociación Chilena de Musicoterapia, es también la responsable del programa que aplica la Corporación de Ayuda al Niño Quemado (Coaniquem). "Trabajamos con los niños mientras están en curaciones y en el pre y postoperatorio, en forma individual o en sesiones grupales, para bajar la ansiedad, desbloquear emociones y distraer del dolor".
Para ello utilizan instrumentos musicales o música envasada, del gusto de cada paciente. "No hay una receta; se trabaja en torno a lo que cada niño necesita".
Una intervención novedosa es la que realiza el Instituto Teletón con jóvenes con lesiones medulares. Un software especial, conectado a una cámara de video que enfoca la parte del cuerpo que se quiere trabajar, permite que la persona ejecute una melodía sólo moviendo su cabeza o una mano, por ejemplo.
"Se establecen rangos y parámetros de movimiento, según la necesidad terapéutica. Así se trabaja no sólo lo funcional, sino también la parte emocional y social", explica el musicoterapeuta Sergio Hazard, quien también ha realizado terapias con pacientes con parkinson, quienes mejoran su marcha y equilibrio al ritmo de la música.
Sonidos que "nutren"
Los beneficios de la música también tocan a los recién nacidos. Un estudio canadiense publicado este mes en la revista Archives of Disease in Childhood afirma que la música ayuda a las guaguas prematuras a reducir el dolor y mejorar su desarrollo y crecimiento.
Los investigadores de la U. de Alberta también hallaron evidencia preliminar de que, además de calmar a los niños y sus padres, la música puede estabilizar la condición del recién nacido, mejorar su saturación de oxígeno y ayudarlo a subir de peso, reduciendo su período de hospitalización.
Fuente: elmercurio.com
Los chicos con entrenamiento musical tienen más memoria
Es porque la música influiría en el desarrollo cerebral. Estudiaron a chicos en edad escolar.
Pilar Ferreyra
pferreyra@clarin.com
Se sabe que la música mejora el nivel intelectual de los chicos en edad escolar. Lo que hasta ahora no se conocía es de qué modo influyen las lecciones de música, como actividad extra y programada, en el desarrollo de sus cerebros.
Un estudio realizado en la Universidad McMaster de Canadá, recientemente publicado en "Brain" —edición especializada en neurología—, reveló que el entrenamiento musical está relacionado con un tipo de desarrollo cerebral y mejora la capacidad de memorizar en chicos de entre cuatro y seis años.
El equipo canadiense llegó a estas conclusiones luego de medir la respuesta del cerebro de nenes de esas edades a diferentes sonidos, a lo largo de un año. Estudiaron a dos grupos de 6 chicos cada uno. Uno, que estudia música como actividad extra a las clases que recibe de esa materia en la escuela; el otro, que sólo aprende música en el colegio.
Laurel Trainor, profesor de psicología, neurociencia y comportamiento en la Universidad McMaster, y director del Instituto McMaster para la Música y la Mente indicó que "este es el primer estudio que demostró que la respuesta del cerebro de chicos entrenados musicalmente y de chicos no entrenados es diferente". El profesor Trainor lideró el equipo junto con Takako Fujioka, un científico del Instituto de Investigación Baycrest Rotman.
Durante el estudio, los investigadores midieron la actividad cerebral de los chiquitos mientras escuchaban diferentes tipos de sonidos. Por ejemplo, el tono de un violín y el sonido de una explosión. Las mediciones se grabaron cuatro veces a lo largo de un año. Durante la primera sesión y la cuarta, se les hizo un test para que identificaran armonías, ritmos y melodías. Luego, otro test para escuchar una serie de números, recordarlos y repetirlos.
De acuerdo con el músico y musicoterapeuta, Rubén Amato, profesor adjunto de Psicología Educacional II en la carrera de Musicoterapia de la facultad de Psicología de la UBA, una de las explicaciones del resultado de los investigadores es que "lo sonoro es un medio de comunicación superior a la palabra, en algunos aspectos. Pone en funcionamiento el cerebro primitivo y el más desarrollado, que es la corteza cerebral. Por ejemplo, si las personas que sufren tartamudez hacen canto, la pueden superar".
Mercedes Oliveto, titular de Educación Corporal II de la Carrera de Musicoterapia, destacó en cambio, que "todos los aprendizajes aportan". Y que más allá de cualquier estudio, el contexto en el que se desarrolla cada niño o niña también es muy importante.
Fuente: clarin.com
Propuestas artísticas para sentirse mejor
La danza, la música, el teatro, la plástica y su relación con la salud. Los beneficios.
Luciana Fava.
lfava@clarin.com
El arte puede ser ser una buena terapia. Combinar formas y colores, inventar melodías o poner el cuerpo en movimiento, son caminos posibles para aliviar distintos problemas.
Las terapias expresivas o artísticas reformulan los conceptos de la psicología y, en cambio, se acercan a los espacios de arte. A través de la danza, la música, el teatro o la plástica buscan un beneficio terapéutico y un bienestar general.
"El lenguaje artístico es muy claro y transparente. A través de estas disciplinas, pueden aparecer conflictos y situaciones difíciles de verbalizar", explica la psicóloga y especialista en arte terapia Judith Mendelson.
¿Sus beneficios extra? Recuperar la capacidad de juego, encontrar un espacio de placer, fortalecer la autoestima y los vínculos con los demás, son algunas de sus "yapas".
La aplicación de este tipo de terapias es muy variada. Permiten tratar trastornos en el desarrollo psicomotor o intelectual, enfermedades psicosomáticas, trastornos de alimentación, conflictos graves de personalidad, timidez o inhibiciones. También son muy utilizadas en personas con dificultades o impedimentos en el habla.
Para comenzar con este tipo de terapias, los especialistas recomiendan buscar una disciplina donde la persona se sienta a gusto. Vale aclarar que no hace falta tener conocimientos previos ni condiciones especiales. Las sesiones están coordinadas por un psicólogo o terapeuta especializado. También se trabaja en forma interdisciplinaria con médicos o psiquiatras.
La terapia del movimiento
La danzaterapia propone poner el cuerpo en movimiento. Las clases no están basadas en pautas fijas ni coreografías. Cada uno busca su propio ritmo. Puede practicarse a cualquier edad. También puede ser muy beneficiosa en personas sordas, con síndrome de down o chicos con trastornos de conducta o hiperactividad. Entre sus beneficios, puede destacarse que "ayuda a mejorar la imagen corporal y los vínculos con los demás", explica la especialista Sonia López. Además, estimula la capacidad de aprendizaje y la memoria.
Jugar a ser actores
Subirse a un escenario, inventar un personaje o armar una escena son los recursos utilizados en la técnica de psicodrama. Los integrantes del grupo "actúan" situaciones, reales o imaginarias. Y luego, sus compañeros comparten las sensaciones o ideas que surgieron a partir de la representación."Estos ejercicios permiten desplegar la creatividad y la capacidad de adpatación. Lo cual, sin dudas, repercute en la salud y el bienestar general", explican Eduardo y Carolina Pavlovsky, referentes en la técnica.
Una música propia
La musicoterapia surgió como un método "catártico" después de la Primera Guerra Mundial y se convirtió en una herramienta terapéutica muy utilizada. En las sesiones, el especialista puede proponer escuchar una música especial o impulsar a que el paciente arme su propia melodía. Con estos ejercicios, se logra reconocer y expresar emociones y sensaciones. En personas sordas, permite una conexión a través de las vibraciones que produce el sonido.
Formas y colores
Las artes plásticas también toman un enfoque terapéutico. Dibujos, collages o pequeñas esculturas, son el puntapié para disparar nuevas asociaciones y poner en palabras aquellas cuestiones difíciles o que causan dolor. El trabajo se puede realizar en forma individual o grupal.
Asesoramiento: Judith Mendelson (arteterapia). Tel: 4778-3928; Fundación Sonia López (danzaterapia). Tel: 4922-8575; Nuevo espacio psicodrama y creatividad. Tel: 4778-0195; Posgrado de arteterapia del Iuna. Tel: 4301-2405. Dr. Carlos Caruso (musicoterapia): 4862-9832.
Fuente: clarin.com
Música para bebés prematuros
Una alternativa para su salud
Cada vez es más común presenciar el nacimiento de bebés prematuros. Muchos especialistas han explicado que existe un 70% de posibilidades de que alguno de estos pequeños sobreviva. Sin embargo varios estudios han demostrado que esta posiblidad puede aumentar gracias a la musicoterapia, que ayuda a reducir el dolor y mejorar su desarrollo y crecimiento.
Música de arpa
Un estudio realizado por el March of Dimes (Organización no lucrativa dedicada a promover la salud en el embarazo y los bebés) expuso que son 500 mil nacimientos prematuros los que hay por año, reflejando una estadísticas de un 12% en nacimientos prematuros de un bebé por cada ocho.
Un prematuro nace por lo menos con tres semanas antes de las 40 de gestación, provocando que el pequeño tenga todos sus órganos y sistemas inmaduros, siendo así más propenso a sufrir de enfermedades.
La doctora Susan J. Dulkerian, directora de los servicios para recién nacidos del Mercy Medical Center, explicó que estos niños pueden llegar a tener problemas en su ritmo cardíaco, dificultades respiratorias, circulatorias o renales y bajo peso.
Sin embargo, con los cuidados necesarios y algunas alternativas como la musicoterapia, la salud del bebé puede mejorar notablemente.
Archives of Disease in Childhood, es un estudio relizado por un grupo de canadienses en el que se afirmó que la música tiene efectos beneficiosos en los recién nacidos.
Para ello se llevaron a cabo una serie de investigaciones a algunos estudios que fueron publicados entre 1989 y 2006, concluyendo que la música ayuda a reducir el dolor en procedimientos como la circuncisión o pinchazos con agujas, al tiempo de mejorar los hábitos de alimentación, desarrollo, crecimiento y lograr un aumento de peso en los infantes.
La doctora Kathi J. Kemper, autora de la invetigación Live Harp Music Reduces Activity and Increases Weight Gain in Stable Premature Infants comentó que en algunos hospitales se suele utilizar música clásica o intrumental como parte de la terapia, mientras que en otros lugares canciones de cuna con o sin sonidos agregados, como latidos de corazón o sonido del útero.
"Al aplicar la música en los neonatos se logró que durmieran mejor y con ello que gastaran menos calorías, recuperando con ello más peso", comentó Kathi J. Kemper.
Dulkerian por su parte mencionó que aún los estudios realizados no tienen explicación muy clara al respecto. "Lo cierto es que la música estabiliza la frecuencia cardiaca en los bebés y logra una disminución del estrés en los padres y el personal que atiende a los pequeños pacientes".
"La música tranquiliza su mente y cada uno de los organismos por lo que hay menos acumulación de estrés en sus sistemas, además de que ayuda a que los neonatos se sientan seguros en ese nuevo ambiente", concluyó Kemper.
Cuando es hora de que tu pequeño parta del hospital a la casa, es necesario que le dediques algunos cuidados para que crezca sano y fuerte. Por eso los especialistas recomiendan lo siguiente:
La música es un buen estímulo para ellos, puedes ponérsela mientras le das de comer o cuando duerme, esto hará que se relaje y elimine el estrés.
Es importante que nunca dejes que enfríe su cuerpo, pues los primeros días quizás no sean capaces de controlar su temperatura. Por ello cúbrelo bien con cobertores o con tu propio calor humano.
Debido a sus condiciones, requerirá de suplementos vitamínicos (hierro, calcio, etc). Por ello es importante que consultes a tu pediatra para que te asesore.
Los bebés prematuros comen entre 8 a 10 veces al día, debido a ello es importante que respetes los horarios de alimentación.
Durante los primeros días mientras se acostumbra el bebé a la casa, trata de que tenga poco contacto con la gente y limita su exposición a ambientes demasiado estimulantes para evitar que se agite.
Los bebés prematuros duermen más horas al día que un bebé de peso normal, es importante que duerma boca arriba y lo supervises en todo momento, pues corren el riesgo de morir de SMIS (Síndrome de Muerte Infantil Súbita). Cerciórate de que el colchón sea firme, que no haya ningún juguete en su cuna y que nada cubra su cabeza o rostro, pues corre el riesgo de asfixia.
Con esto y todo tu amor tu pequeño logrará recuperarse y ser un niño sano.
Adriana Ruiz.
Fuente: univisíon.com
Cada vez es más común presenciar el nacimiento de bebés prematuros. Muchos especialistas han explicado que existe un 70% de posibilidades de que alguno de estos pequeños sobreviva. Sin embargo varios estudios han demostrado que esta posiblidad puede aumentar gracias a la musicoterapia, que ayuda a reducir el dolor y mejorar su desarrollo y crecimiento.
Música de arpa
Un estudio realizado por el March of Dimes (Organización no lucrativa dedicada a promover la salud en el embarazo y los bebés) expuso que son 500 mil nacimientos prematuros los que hay por año, reflejando una estadísticas de un 12% en nacimientos prematuros de un bebé por cada ocho.
Un prematuro nace por lo menos con tres semanas antes de las 40 de gestación, provocando que el pequeño tenga todos sus órganos y sistemas inmaduros, siendo así más propenso a sufrir de enfermedades.
La doctora Susan J. Dulkerian, directora de los servicios para recién nacidos del Mercy Medical Center, explicó que estos niños pueden llegar a tener problemas en su ritmo cardíaco, dificultades respiratorias, circulatorias o renales y bajo peso.
Sin embargo, con los cuidados necesarios y algunas alternativas como la musicoterapia, la salud del bebé puede mejorar notablemente.
Archives of Disease in Childhood, es un estudio relizado por un grupo de canadienses en el que se afirmó que la música tiene efectos beneficiosos en los recién nacidos.
Para ello se llevaron a cabo una serie de investigaciones a algunos estudios que fueron publicados entre 1989 y 2006, concluyendo que la música ayuda a reducir el dolor en procedimientos como la circuncisión o pinchazos con agujas, al tiempo de mejorar los hábitos de alimentación, desarrollo, crecimiento y lograr un aumento de peso en los infantes.
La doctora Kathi J. Kemper, autora de la invetigación Live Harp Music Reduces Activity and Increases Weight Gain in Stable Premature Infants comentó que en algunos hospitales se suele utilizar música clásica o intrumental como parte de la terapia, mientras que en otros lugares canciones de cuna con o sin sonidos agregados, como latidos de corazón o sonido del útero.
"Al aplicar la música en los neonatos se logró que durmieran mejor y con ello que gastaran menos calorías, recuperando con ello más peso", comentó Kathi J. Kemper.
Dulkerian por su parte mencionó que aún los estudios realizados no tienen explicación muy clara al respecto. "Lo cierto es que la música estabiliza la frecuencia cardiaca en los bebés y logra una disminución del estrés en los padres y el personal que atiende a los pequeños pacientes".
"La música tranquiliza su mente y cada uno de los organismos por lo que hay menos acumulación de estrés en sus sistemas, además de que ayuda a que los neonatos se sientan seguros en ese nuevo ambiente", concluyó Kemper.
Cuando es hora de que tu pequeño parta del hospital a la casa, es necesario que le dediques algunos cuidados para que crezca sano y fuerte. Por eso los especialistas recomiendan lo siguiente:
La música es un buen estímulo para ellos, puedes ponérsela mientras le das de comer o cuando duerme, esto hará que se relaje y elimine el estrés.
Es importante que nunca dejes que enfríe su cuerpo, pues los primeros días quizás no sean capaces de controlar su temperatura. Por ello cúbrelo bien con cobertores o con tu propio calor humano.
Debido a sus condiciones, requerirá de suplementos vitamínicos (hierro, calcio, etc). Por ello es importante que consultes a tu pediatra para que te asesore.
Los bebés prematuros comen entre 8 a 10 veces al día, debido a ello es importante que respetes los horarios de alimentación.
Durante los primeros días mientras se acostumbra el bebé a la casa, trata de que tenga poco contacto con la gente y limita su exposición a ambientes demasiado estimulantes para evitar que se agite.
Los bebés prematuros duermen más horas al día que un bebé de peso normal, es importante que duerma boca arriba y lo supervises en todo momento, pues corren el riesgo de morir de SMIS (Síndrome de Muerte Infantil Súbita). Cerciórate de que el colchón sea firme, que no haya ningún juguete en su cuna y que nada cubra su cabeza o rostro, pues corre el riesgo de asfixia.
Con esto y todo tu amor tu pequeño logrará recuperarse y ser un niño sano.
Adriana Ruiz.
Fuente: univisíon.com
lunes, 29 de junio de 2009
Afirman que la música es la mejor terapia para los bebés prematuros
La musicoterapia sería clave para reducir el dolor y mejorar el desarrollo y crecimiento de recién nacidos que permanecen en incubadoras
Si bien las estadísticas aseguran que el 70% de los recién nacidos prematuros logra sobrevivir, varios estudios demostraron que este margen puede aumentar si se aplica la musicoterapia en el tratamiento.
Los principales problemas que pueden sufrir los niños que nacen antes de que culmine su desarrollo son alteraciones en el ritmo cardíaco, dificultades respiratorias, circulatorias y renales, y bajo peso. Además, tienen los órganos y sistemas inmaduros, lo que los hace más propenso a contraer enfermedades.
Ante estos inconvenientes, los especialistas aconsejan una serie de cuidados, a los que hace poco tiempo se sumó la técnica de musicoterapia como elemento fundamental.
Un estudio realizado en Canadá, llamado Archives of Disease in Childhood, confirmó esta teoría gracias a una serie de investigaciones que científicos llevaron adelante entre los años 1986 y 2006. Según concluyó, la música ayuda a reducir el dolor en procedimientos como la circuncisión o pinchazos con agujas, al tiempo que mejora los hábitos de alimentación, desarrollo y crecimiento, y logra un aumento de peso en los infantes, publicó el sitio Univision.com.
Esta técnica ya se utiliza en algunos centros de salud del mundo, en las áreas de maternidad. Kathi J. Kemper, autora de la investigación Live Harp Music Reduces Activity and Increases Weight Gain in Stable Premature Infants, aseguró que la música clásica o instrumental es un instrumento eficaz en la terapia de los recién nacidos prematuros, así como también las canciones de cuna con o sin sonidos agregados, como latidos de corazón o sonidos de útero.
"Al aplicar la música en los neonatos se logró que durmieran mejor y con ello que gastaran menos calorías, recuperando con ello más peso", aseguró la especialista.
Si bien los estudios realizados hasta el momento no son concluyentes, Kemper señaló que está comprobado que "la música estabiliza la frecuencia cardiaca en los bebés y logra una disminución del estrés en los padres y el personal que atiende a los pequeños pacientes".
"La música tranquiliza su mente y cada uno de los organismos por lo que hay menos acumulación de estrés en sus sistemas, además de que ayuda a que los neonatos se sientan seguros en ese nuevo ambiente", finalizó la profesional.
Fuentes: www.infobae.com
Si bien las estadísticas aseguran que el 70% de los recién nacidos prematuros logra sobrevivir, varios estudios demostraron que este margen puede aumentar si se aplica la musicoterapia en el tratamiento.
Los principales problemas que pueden sufrir los niños que nacen antes de que culmine su desarrollo son alteraciones en el ritmo cardíaco, dificultades respiratorias, circulatorias y renales, y bajo peso. Además, tienen los órganos y sistemas inmaduros, lo que los hace más propenso a contraer enfermedades.
Ante estos inconvenientes, los especialistas aconsejan una serie de cuidados, a los que hace poco tiempo se sumó la técnica de musicoterapia como elemento fundamental.
Un estudio realizado en Canadá, llamado Archives of Disease in Childhood, confirmó esta teoría gracias a una serie de investigaciones que científicos llevaron adelante entre los años 1986 y 2006. Según concluyó, la música ayuda a reducir el dolor en procedimientos como la circuncisión o pinchazos con agujas, al tiempo que mejora los hábitos de alimentación, desarrollo y crecimiento, y logra un aumento de peso en los infantes, publicó el sitio Univision.com.
Esta técnica ya se utiliza en algunos centros de salud del mundo, en las áreas de maternidad. Kathi J. Kemper, autora de la investigación Live Harp Music Reduces Activity and Increases Weight Gain in Stable Premature Infants, aseguró que la música clásica o instrumental es un instrumento eficaz en la terapia de los recién nacidos prematuros, así como también las canciones de cuna con o sin sonidos agregados, como latidos de corazón o sonidos de útero.
"Al aplicar la música en los neonatos se logró que durmieran mejor y con ello que gastaran menos calorías, recuperando con ello más peso", aseguró la especialista.
Si bien los estudios realizados hasta el momento no son concluyentes, Kemper señaló que está comprobado que "la música estabiliza la frecuencia cardiaca en los bebés y logra una disminución del estrés en los padres y el personal que atiende a los pequeños pacientes".
"La música tranquiliza su mente y cada uno de los organismos por lo que hay menos acumulación de estrés en sus sistemas, además de que ayuda a que los neonatos se sientan seguros en ese nuevo ambiente", finalizó la profesional.
Fuentes: www.infobae.com
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viernes, 19 de junio de 2009
Musicoterapia para prevenir lesiones en los músicos jóvenes en Castellón
El Ayuntamiento ofrece un taller dirigido por fisioterapeutas especializados
El Ayuntamiento de Castellón ofrece un taller de musicoterapia para prevenir lesiones y mejorar la salud de los músicos jóvenes de la ciudad, según informaron fuentes municipales. Asimismo, apuntaron que esta iniciativa contará con la participación de un fisioterapeuta especializado en este tipo de dolencias.
La jornada tendrá lugar el próximo 17 de junio, a partir de las 19.00 horas, en las instalaciones de Tetuán-XIV Music Boxes, bajo el título ´Afinando el Cuerpo. Prevención para la salud en el ámbito musical´, explicaron las mismas fuentes.
El fisioterapeuta y musicoterapeuta encargado de impartir el taller será Salva Sánchez, que instruirá a los jóvenes en la detección y solución de problemas derivados de la interpretación.
La concejala de Juventud en el consistorio castellonense, Carmen Albert, aseguró que con esta actividad se pretendes que los jóvenes músicos de Castellón "tengan una mayor información de los problemas de salud habituales que sufren aquellos que tocan instrumentos", una información que, según indicó, "les puede servir para encontrar solución a las dolencias que, a veces, se acumulan con los años debido a la práctica".
La edil explicó que, según algunos estudios, casi un 75 por ciento de los músicos sufre algún tipo de dolencia, que en un 78 por ciento de los casos tiene carácter crónico. La mayoría de ellas está relacionada con problemas en las articulaciones y los tendones, destacaron las mismas fuentes.
Albert precisó que "los guitarrista, por ejemplo, son los instrumentistas que tiene más riesgo de sufrir alguna lesión en dedos, muñeca, codo o brazos". Otro tipo de lesiones que puede derivar en patologías crónicas son las relacionadas con las vértebras cervicales, la zona lumbar y la espalda, "habituales en pianistas y violinistas, pero también el resto de músicos", añadió.
Por esta razón, la responsable municipal aseguró que la jornada de musicoterapia organizada por el Ayuntamiento de Castellón "está abierta a personas que toquen todo tipo de instrumentos, desde los intérpretes de música pop-rock, pasando por los músicos de banda, o incluso dolçainers i tabaleters", apuntó.
Fuente: Diariocritico Comunitat Valenciana
El Ayuntamiento de Castellón ofrece un taller de musicoterapia para prevenir lesiones y mejorar la salud de los músicos jóvenes de la ciudad, según informaron fuentes municipales. Asimismo, apuntaron que esta iniciativa contará con la participación de un fisioterapeuta especializado en este tipo de dolencias.
La jornada tendrá lugar el próximo 17 de junio, a partir de las 19.00 horas, en las instalaciones de Tetuán-XIV Music Boxes, bajo el título ´Afinando el Cuerpo. Prevención para la salud en el ámbito musical´, explicaron las mismas fuentes.
El fisioterapeuta y musicoterapeuta encargado de impartir el taller será Salva Sánchez, que instruirá a los jóvenes en la detección y solución de problemas derivados de la interpretación.
La concejala de Juventud en el consistorio castellonense, Carmen Albert, aseguró que con esta actividad se pretendes que los jóvenes músicos de Castellón "tengan una mayor información de los problemas de salud habituales que sufren aquellos que tocan instrumentos", una información que, según indicó, "les puede servir para encontrar solución a las dolencias que, a veces, se acumulan con los años debido a la práctica".
La edil explicó que, según algunos estudios, casi un 75 por ciento de los músicos sufre algún tipo de dolencia, que en un 78 por ciento de los casos tiene carácter crónico. La mayoría de ellas está relacionada con problemas en las articulaciones y los tendones, destacaron las mismas fuentes.
Albert precisó que "los guitarrista, por ejemplo, son los instrumentistas que tiene más riesgo de sufrir alguna lesión en dedos, muñeca, codo o brazos". Otro tipo de lesiones que puede derivar en patologías crónicas son las relacionadas con las vértebras cervicales, la zona lumbar y la espalda, "habituales en pianistas y violinistas, pero también el resto de músicos", añadió.
Por esta razón, la responsable municipal aseguró que la jornada de musicoterapia organizada por el Ayuntamiento de Castellón "está abierta a personas que toquen todo tipo de instrumentos, desde los intérpretes de música pop-rock, pasando por los músicos de banda, o incluso dolçainers i tabaleters", apuntó.
Fuente: Diariocritico Comunitat Valenciana
martes, 9 de junio de 2009
miércoles, 27 de mayo de 2009
La música, una versátil arma terapéutica
Además de su ya conocido uso en autismo, hoy es utilizada en múltiples escenarios, que van desde bebes prematuros al Parkinson
Sebastián A. Ríos LA NACION
Nadie puede ser completamente indiferente al poderoso y magnético influjo de la música. Eso es lo que surge de las palabras del doctor Clive Robbins, uno de los musicoterapeutas más relevantes del mundo, cocreador del abordaje terapéutico Nordoff-Robbins, que plantea que todas las personas, incluso las más discapacitadas, poseen una sensibilidad musical que puede ser utilizada para estimular su crecimiento y desarrollo.
"La música es enormemente versátil como medio de terapia, pues actúa en niveles muy distintos. Puede trabajar físicamente, puede trabajar sobre lo cognitivo, a través de las emociones, puede establecer un diálogo interactivo, hacernos mover, puede hacernos pensar", comentó Robbins a LA NACION, que visitó esta semana la Argentina para participar del Simposio Internacional de Musicoterapia y Neuropsiquiatría Infantil.
"Si bien su aplicación es conocida en niños con necesidades especiales, en geriatría y en psiquiatría, ha crecido su uso en el área médica en todo el mundo, y actualmente reciben servicios de musicoterapia desde bebes prematuros hasta adultos mayores, pasando por niños y adultos con diferentes diagnósticos", comentó la licenciada Marcela Lichtensztejn, jefa del Servicio de Musicoterapia del Instituto de Neurología Cognitiva (Ineco), que organizó el simposio.
"Tratamientos para el dolor, oncología, neonatología, maternidad, recuperación posquirúrgica, rehabilitación neurológica y la lista sigue. Incluso se utilizan los beneficios de la música para reducir dosis de anestesia o para ofrecer estimulación y calidad de vida a personas en estado de coma", completó Lichtensztejn.
El abordaje terapéutico desarrollado por Robbins junto con su colega, el pianista Paul Nordoff, propone un papel activo para el paciente: el musicoterapeuta no hace música para el paciente, sino con el paciente. Y no hace falta saber nada de música para verse beneficiado con su enorme potencial terapéutico. "El tipo de trabajo que hacemos es llamado «musicoterapia creativa», porque está basado mayormente en la improvisación", explicó Robbins. Improvisación e investigación
Pero detrás de la creatividad artística que utiliza como herramienta de trabajo el abordaje Nordoff-Robbins, se encuentra una sólida base científica con años de investigación financiados por el Departamento de Salud de los Estados Unidos, que dieron como resultado un método para la planificación del tratamiento, pero también para la investigación clínica en musicoterapia.
"Cada sesión debe ser grabada, y luego debe ser analizada cuidadosamente, antes de plantear la siguiente sesión. Lo importante es tener la libertad para improvisar, pero luego el tiempo para observar lo que uno ha hecho, y hasta dónde el niño [el paciente] ha llegado -dijo Robbins-. Lo que hacemos es utilizar la improvisación musical como una especie de radar que nos permite ver dónde se encuentran las respuestas y qué se puede hacer con ellas."
"Esta metodología de trabajo ha permitido realizar estudios que aportan evidencias clínicas de los resultados de los tratamientos", agregó Lichtensztejn, directora del posgrado de Musicoterapia y Neurología de la Fundación Favaloro.
"Hoy hay estudios sobre la sincronización rítmica y el movimiento en personas con Parkinson, precisamente para mejorar la anticipación, iniciación y ejecución motriz; estudios sobre la utilización del canto para estimular o recuperar el habla; estudios que evidencian los beneficios del uso de la música con bebes prematuros para estimular el desarrollo".
Así, de la mano de una investigación científica cada vez más sólida, el campo de trabajo de la musicoterapia se ha ampliado hasta lugares impesados. Robbins citó, por ejemplo, el caso de un hombre en coma que despertó tras un tratamiento de musicoterapia.
"Lo único que podía hacer era respirar, y el terapeuta simplemente le cantaba al ritmo de su respiración, muy suavemente. Al cabo de unas pocas semanas, comenzó a mover las manos, a abrir los ojos; pero lo destacable es que, una vez recuperado, recordó haber oído la voz de alguien que lo quería ayudar, que quería llegar a él a través de la música."
Nadie puede ser completamente indiferente al poderoso y magnético influjo de la música. Eso es lo que surge de las palabras del doctor Clive Robbins, uno de los musicoterapeutas más relevantes del mundo, cocreador del abordaje terapéutico Nordoff-Robbins, que plantea que todas las personas, incluso las más discapacitadas, poseen una sensibilidad musical que puede ser utilizada para estimular su crecimiento y desarrollo.
"La música es enormemente versátil como medio de terapia, pues actúa en niveles muy distintos. Puede trabajar físicamente, puede trabajar sobre lo cognitivo, a través de las emociones, puede establecer un diálogo interactivo, hacernos mover, puede hacernos pensar", comentó Robbins a LA NACION, que visitó esta semana la Argentina para participar del Simposio Internacional de Musicoterapia y Neuropsiquiatría Infantil.
"Si bien su aplicación es conocida en niños con necesidades especiales, en geriatría y en psiquiatría, ha crecido su uso en el área médica en todo el mundo, y actualmente reciben servicios de musicoterapia desde bebes prematuros hasta adultos mayores, pasando por niños y adultos con diferentes diagnósticos", comentó la licenciada Marcela Lichtensztejn, jefa del Servicio de Musicoterapia del Instituto de Neurología Cognitiva (Ineco), que organizó el simposio.
"Tratamientos para el dolor, oncología, neonatología, maternidad, recuperación posquirúrgica, rehabilitación neurológica y la lista sigue. Incluso se utilizan los beneficios de la música para reducir dosis de anestesia o para ofrecer estimulación y calidad de vida a personas en estado de coma", completó Lichtensztejn.
El abordaje terapéutico desarrollado por Robbins junto con su colega, el pianista Paul Nordoff, propone un papel activo para el paciente: el musicoterapeuta no hace música para el paciente, sino con el paciente. Y no hace falta saber nada de música para verse beneficiado con su enorme potencial terapéutico. "El tipo de trabajo que hacemos es llamado «musicoterapia creativa», porque está basado mayormente en la improvisación", explicó Robbins. Improvisación e investigación
Pero detrás de la creatividad artística que utiliza como herramienta de trabajo el abordaje Nordoff-Robbins, se encuentra una sólida base científica con años de investigación financiados por el Departamento de Salud de los Estados Unidos, que dieron como resultado un método para la planificación del tratamiento, pero también para la investigación clínica en musicoterapia.
"Cada sesión debe ser grabada, y luego debe ser analizada cuidadosamente, antes de plantear la siguiente sesión. Lo importante es tener la libertad para improvisar, pero luego el tiempo para observar lo que uno ha hecho, y hasta dónde el niño [el paciente] ha llegado -dijo Robbins-. Lo que hacemos es utilizar la improvisación musical como una especie de radar que nos permite ver dónde se encuentran las respuestas y qué se puede hacer con ellas."
"Esta metodología de trabajo ha permitido realizar estudios que aportan evidencias clínicas de los resultados de los tratamientos", agregó Lichtensztejn, directora del posgrado de Musicoterapia y Neurología de la Fundación Favaloro.
"Hoy hay estudios sobre la sincronización rítmica y el movimiento en personas con Parkinson, precisamente para mejorar la anticipación, iniciación y ejecución motriz; estudios sobre la utilización del canto para estimular o recuperar el habla; estudios que evidencian los beneficios del uso de la música con bebes prematuros para estimular el desarrollo".
Así, de la mano de una investigación científica cada vez más sólida, el campo de trabajo de la musicoterapia se ha ampliado hasta lugares impesados. Robbins citó, por ejemplo, el caso de un hombre en coma que despertó tras un tratamiento de musicoterapia.
"Lo único que podía hacer era respirar, y el terapeuta simplemente le cantaba al ritmo de su respiración, muy suavemente. Al cabo de unas pocas semanas, comenzó a mover las manos, a abrir los ojos; pero lo destacable es que, una vez recuperado, recordó haber oído la voz de alguien que lo quería ayudar, que quería llegar a él a través de la música."
Fuente: www.lanacion.com.ar
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