Una alternativa para su salud
Cada vez es más común presenciar el nacimiento de bebés prematuros. Muchos especialistas han explicado que existe un 70% de posibilidades de que alguno de estos pequeños sobreviva. Sin embargo varios estudios han demostrado que esta posiblidad puede aumentar gracias a la musicoterapia, que ayuda a reducir el dolor y mejorar su desarrollo y crecimiento.
Música de arpa
Un estudio realizado por el March of Dimes (Organización no lucrativa dedicada a promover la salud en el embarazo y los bebés) expuso que son 500 mil nacimientos prematuros los que hay por año, reflejando una estadísticas de un 12% en nacimientos prematuros de un bebé por cada ocho.
Un prematuro nace por lo menos con tres semanas antes de las 40 de gestación, provocando que el pequeño tenga todos sus órganos y sistemas inmaduros, siendo así más propenso a sufrir de enfermedades.
La doctora Susan J. Dulkerian, directora de los servicios para recién nacidos del Mercy Medical Center, explicó que estos niños pueden llegar a tener problemas en su ritmo cardíaco, dificultades respiratorias, circulatorias o renales y bajo peso.
Sin embargo, con los cuidados necesarios y algunas alternativas como la musicoterapia, la salud del bebé puede mejorar notablemente.
Archives of Disease in Childhood, es un estudio relizado por un grupo de canadienses en el que se afirmó que la música tiene efectos beneficiosos en los recién nacidos.
Para ello se llevaron a cabo una serie de investigaciones a algunos estudios que fueron publicados entre 1989 y 2006, concluyendo que la música ayuda a reducir el dolor en procedimientos como la circuncisión o pinchazos con agujas, al tiempo de mejorar los hábitos de alimentación, desarrollo, crecimiento y lograr un aumento de peso en los infantes.
La doctora Kathi J. Kemper, autora de la invetigación Live Harp Music Reduces Activity and Increases Weight Gain in Stable Premature Infants comentó que en algunos hospitales se suele utilizar música clásica o intrumental como parte de la terapia, mientras que en otros lugares canciones de cuna con o sin sonidos agregados, como latidos de corazón o sonido del útero.
"Al aplicar la música en los neonatos se logró que durmieran mejor y con ello que gastaran menos calorías, recuperando con ello más peso", comentó Kathi J. Kemper.
Dulkerian por su parte mencionó que aún los estudios realizados no tienen explicación muy clara al respecto. "Lo cierto es que la música estabiliza la frecuencia cardiaca en los bebés y logra una disminución del estrés en los padres y el personal que atiende a los pequeños pacientes".
"La música tranquiliza su mente y cada uno de los organismos por lo que hay menos acumulación de estrés en sus sistemas, además de que ayuda a que los neonatos se sientan seguros en ese nuevo ambiente", concluyó Kemper.
Cuando es hora de que tu pequeño parta del hospital a la casa, es necesario que le dediques algunos cuidados para que crezca sano y fuerte. Por eso los especialistas recomiendan lo siguiente:
La música es un buen estímulo para ellos, puedes ponérsela mientras le das de comer o cuando duerme, esto hará que se relaje y elimine el estrés.
Es importante que nunca dejes que enfríe su cuerpo, pues los primeros días quizás no sean capaces de controlar su temperatura. Por ello cúbrelo bien con cobertores o con tu propio calor humano.
Debido a sus condiciones, requerirá de suplementos vitamínicos (hierro, calcio, etc). Por ello es importante que consultes a tu pediatra para que te asesore.
Los bebés prematuros comen entre 8 a 10 veces al día, debido a ello es importante que respetes los horarios de alimentación.
Durante los primeros días mientras se acostumbra el bebé a la casa, trata de que tenga poco contacto con la gente y limita su exposición a ambientes demasiado estimulantes para evitar que se agite.
Los bebés prematuros duermen más horas al día que un bebé de peso normal, es importante que duerma boca arriba y lo supervises en todo momento, pues corren el riesgo de morir de SMIS (Síndrome de Muerte Infantil Súbita). Cerciórate de que el colchón sea firme, que no haya ningún juguete en su cuna y que nada cubra su cabeza o rostro, pues corre el riesgo de asfixia.
Con esto y todo tu amor tu pequeño logrará recuperarse y ser un niño sano.
Adriana Ruiz.
Fuente: univisíon.com
martes, 30 de junio de 2009
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