viernes, 18 de noviembre de 2011
«La música sucede en todas partes»
Mercedes Pavlicevic, Centro de Musicoterapia Nordoff-Robbins. Londres, Reino Unido
: «La música sucede en todas partes»
Pionera en el aprovechamiento de los recursos musicales con finalidad terapéutica, esta investigadora impartió en abril un seminario sobre musicoterapia comunitaria en la Universitat Ramon Llull (Barcelona). Cuentan los psicoanalistas que la música es una proyección simbólica de contenidos inconscientes del propio yo, pero a Pavlicevic le preocupan más los problemas de la gente que las teorías conceptuales. Subraya que su cometido es básicamente psicosocial. «Quienes más se benefician de la musicoterapia comunitaria son las personas que padecen alguna forma de marginación, bien por el hecho de ser inmigrantes y haber sido educados en otra lengua y otra cultura, bien por padecer algún tipo de enfermedad incapacitante; vengo de África, donde he podido constatar las ventajas que la música ofrece a estas personas», explica.
Autor: Por JORDI MONTANERÚltima actualización: 2 de agosto de 2007Nos invade la fiebre del MP3. ¿Puede un iPod ejercer de musicoterapeuta?
Hablamos de una disciplina científica forjada en la Universidad de Michigan a mediados del siglo pasado y en la que un musicoterapeuta cualificado utiliza la música y sus elementos (ritmo, sonido, melodía o armonía) con objeto de habilitar o rehabilitar capacidades funcionales tanto físicas como, sobre todo, mentales.
A veces, basta con escuchar una canción para estar bien y olvidarse de lo malo...
Es un efecto de la música, pero no es el propósito de la musicoterapia. Nuestra pretensión es la de estimular la expresión y la comunicación de los individuos entre sí, desarrollar capacidades cognitivas (como la atención y la memoria), reforzar la propia identidad, el esquema que uno tiene del propio cuerpo y su orientación en el espacio (con el movimiento, la danza); prodigar distintas habilidades motrices, cognitivas y emocionales, promover la interacción entre las personas.
¿Qué aprendió en África?
Vengo de un encuentro internacional de musicoterapia comunitaria en la Universidad de Pretoria (Suráfrica) y una investigadora local me habló de un trabajo con niños de 10 años. En las clases de la escuela convivían niños y niñas de distintas etnias y, al preparar un baile de fin de curso parecía difícil unificar el estilo musical que ese baile debería tener. Espontáneamente, los niños plantearon bailar músicas de etnias contrarias a la suya; como si intercambiaran sus zapatos, cada uno bailaba los ritmos característicos de la etnia del compañero, desde tonalidades de raíz folclórica a música rap.
La música forma parte de la vida cotidiana.
La música reduce conductas disociativas o perturbadoras, y mejora las habilidades de socialización
En África aprendí que la música sucede en todas partes: taxis, mercados, curaciones y plegarias; experiencias en contextos urbanos y rurales, de día y de noche, por luna llena y a pleno sol. Comprendí que si la musicoterapia no es capaz de globalizarse corre el riesgo de fracasar. Necesita sonar, ser gritada, notada y escuchada; de lo contrario puede quedar inaudible, sin existencia ni ilusión.
Pero la música va muy unida a los orígenes y a la identidad, a la propia cultura...
Muchos pueblos que han padecido opresión y han visto perseguida su cultura han utilizado históricamente su música o sus danzas para reivindicar clandestinamente la identidad. Es algo que, lamentablemente, sigue formando parte de lo cotidiano. Los niños de aquella escuela surafricana, sin embargo, nos enseñan a todos cómo superar una etapa y universalizar unos orígenes que en otro tiempo corrieron la amenaza de desaparecer. ¡Atrevámonos por fin a visitar y aprender la música de los otros! La experiencia musical suele propiciar la cooperación y la integración entre miembros bien distintos de un mismo grupo. Uno de los valores más aceptados de la música es que brinda la oportunidad de compartir una experiencia estética, y el placer estético brinda una oportunidad para enriquecer la vida de la persona.
Las músicas bonitas entristecen; puede, entonces, que estén contraindicadas en la depresión.
Grupos de musicoterapeutas cubanos llevan tiempo trabajado la depresión con canciones nada feas. Explican estos terapeutas que las respuestas afectivas a la música podrían emerger de la activación de mecanismos básicos de percepción y excitación. En sus trabajos se evidencia una reducción de conductas disociativas o perturbadoras, la mejoría del funcionamiento social y de las habilidades de socialización. La música estimula la comunicación y la expresión emocional, algo muy positivo para los estados depresivos. Bailar, por supuesto, también ayuda.
Un estudio ha demostrado que bailar prolonga más la supervivencia de los enfermos cardiovasculares que la mera práctica de ejercicio físico.
No me extraña, y la música tiene tanto de emocional como de mocional (del inglés motion, movimiento, baile). La respuesta emocional a la música es probablemente una de las características más importantes para su uso en un contexto terapéutico de salud mental. La musicoterapia se ha empleado con éxito en pacientes psiquiátricos tanto adolescentes como adultos, observando resultados muy positivos en individuos con esquizofrenia.
¿Qué más puede curarse con música?
El insomnio. Hay musicoterapeutas que se sirven de selecciones musicales con un contenido relajante seleccionado especialmente o confeccionado para conseguir que el paciente duerma. La aplicación de fragmentos melódicos de ritmo muy lento o casi imperceptible, con espacios de repetición y concurso de instrumentos de cuerda o elementos naturales (como pájaros, agua, lluvia y olas de mar, entre otros) da muy buenos resultados en pacientes insomnes.
Y en centros hospitalarios, ¿se ha probado?
Si, y hay hospitales que han obtenido resultados muy buenos en los pacientes anestesiados para cirugía con selecciones musicales ideadas por musicoterapeutas para distraer, tranquilizar, relajar profundamente y reconfortar al enfermo intervenido. El ritmo da al baile la organización, la energía y la estructura interna que permiten que sea una experiencia de participación en grupo. Se trata de una experiencia de la que pueden participar personas de diferentes niveles sociales y con distintas características de funcionamiento psicológico. La experiencia puede ser desde muy sencilla hasta muy compleja y se puede adaptar a las necesidades de cada persona.
SOCIALIZAR CON MÚSICA
La esquizofrenia es un trastorno mental incapacitante en el ámbito social y laboral. El tratamiento farmacológico suele ser la base de la intervención terapéutica con este tipo de pacientes; pero no es menos cierto que el funcionamiento psicosocial y general suele mejorar de manera significativa cuando el tratamiento farmacológico se combina con tratamientos psicológicos y psicosociales del tipo de la musicoterapia. Conducidas por un musicoterapeuta, hay sesiones musicales en las que el paciente escucha o interpreta música con la finalidad de lograr cambios tan deseados como mejorar la comprensión de sí mismo y del mundo que le rodea, logrando una mejor adaptación a la sociedad.
Por sus características, la música es una forma de comunicación no verbal que, en el contexto terapéutico, permite trabajar con diferentes tipos de pacientes y, al mismo tiempo, expresar emociones a través de estructuras musicales. En este marco, la música permite la expresión de emociones más intensas y más diversas de manera socialmente aceptable y propicia una forma de expresión emocional que los pacientes suelen no tener o no han encontrado viable. Por otro lado, ayuda a expresar ideas y emociones que no se pueden manifestar a través de un lenguaje verbal convencional.
Una vez que la persona se ha involucrado en el quehacer musical, sostienen los musicoterapeutas, su conducta se orienta a dicha realidad. La relación con la música también requiere respuestas a los estímulos auditivos, a los instrumentos, a las instrucciones del terapeuta y a la participación de los demás, todo lo cual implica un contacto intenso con la realidad.
martes, 27 de septiembre de 2011
Musicoterapia contra la depresión
Investigadores de Finlandia aseguran, que la musicoterapia podría utilizarse para mejorar un tratamiento de depresión, beneficiándose la persona de las cualidades de esta terapia, en un plazo corto de tiempo.
El paciente y el musicoterapeuta utilizarían una comunicación no verbal, para ayudar así a que fluyan las emociones del paciente, y pueda expresarse, relacionarse y comunicarse de una forma más relajada, mediante la música.
El musicoterapeuta emplea la música y sus elementos musicales (sonido, ritmo, melodía y armonía), para poder satisfacer las necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas del paciente, con el fin de lograr una mejor integración intra o interpersonal, y mejorar así su calidad de vida.
Un estudio realizado a 79 personas con depresión, y publicado en el British Journal of Psychiatry, mostró que los pacientes que siguieron la terapia con musicoterapia mejoraron más que los pacientes que siguieron una terapia estándar.
Expertos aseguran que la música puede conseguir efectos en las personas, que las palabras no pueden.
Y es que ya lo decía el compositor estadounidense Leonard Bernstein: "La música puede dar nombre a lo innombrable y comunicar lo desconocido".
martes, 6 de septiembre de 2011
Tratan con ejercicios y música a bebés con parálisis cerebral
Junto con la terapia Katona se utiliza un programa de musicoterapia con obras de Vivaldi, Mozart, Beethoven, Berlioz, Chopin, Dvorak, Debussy, Cri-Cri.
México, DF.- Como coadyuvante en el tratamiento de la parálisis cerebral, un programa de musicoterapia, junto con los ejercicios físicos aglutinados bajo el nombre de terapia Katona, da buenos resultados si se aplica desde los primeros días de vida de un recién nacido afectado.
En esencia, la música está conformada por ondas sonoras armónicas que viajan en el aire y llegan a nosotros, que las procesamos a través del oído.
Si tocamos una nota en un piano, por ejemplo, y a un lado hay una guitarra, la vibración hará resonar la cuerda correspondiente a la nota ejecutada en el primer instrumento.
“Trabajamos a partir de la resonancia, con la que obtenemos los beneficios que la música nos ofrece.
Cualquier música nos estimula de muchas maneras, pero no cualquier música, en cualquier momento, es curativa.
Para estos niños con daño cerebral hemos utilizado algunas obras de Vivaldi, Mozart, Beethoven, Berlioz, Chopin, Dvorak, Debussy y Francisco Gabilondo Soler (Cri-Cri), entre otros compositores.
Con la colaboración constante de sus padres, la terapia Katona y la música hemos logrado que esos niños hagan contacto visual y sostengan la mirada.
Este sólo es un logro entre muchos otros que se van obteniendo poco a poco y con constancia”, dice Alicia Migoni, del departamento de Psicología Clínica y de la Salud, de la Facultad de Psicología de la UNAM.
La música fue utilizada para observar qué tanto influía en el proceso neurohabilitatorio junto con la terapia Katona, cuya efectividad ha sido demostrada en México por la doctora Thalía Harmony Baillet, directora de la Unidad de Investigación en Neurodesarrollo, del Instituto de Neurobiología, campus Juriquilla, también de la UNAM.
La frecuencia del corazón Cuando un bebé está muy inquieto o angustiado, y la mamá lo abraza y recuesta sobre su pecho izquierdo, se calma al sentir y escuchar la frecuencia del corazón de ella, junto con el tono y la frecuencia apacible de su voz.
Luego de recibir a los neonatos en el consultorio de musicoterapia, se les aplicaba un reconocimiento sensoriomotor para conocer sus limitaciones o afectaciones, y sus áreas libres o sanas, y así confirmar, sobre todo, la recepción de sonido musical, ya que hay niños hipersensibles auditivamente y otros con hipoacusias uni o bilaterales.
“En el consultorio había material electrónico y sonoro especializado para la atención fina y meticulosa de los pequeños, así como instrumentos musicales acordes a su tamaño, necesidades y habilidades, como sonajas, panderos y cascabeles, entre otras percusiones, principalmente”, señala Migoni.
Ejercicios La académica universitaria se acercó a la doctora Harmony Baillet para invitarla a dirigir su doctorado en Rehabilitación Psicológica con música de personas con amputaciones por accidente.
La doctora Harmony Baillet le contestó que no era su línea de investigación, pero que si quería trabajar con recién nacidos la aceptaría en su equipo.
“En las personas amputadas hay una gran agresividad contenida por las discriminaciones y los rechazos sociales que sufren, por las grandes problemáticas emocionales y físicas que tienen y por la pérdida del trabajo y de su estilo de vida anterior al accidente.
Trabajar con recién nacidos con daño cerebral era un cambio radical, y acepté. Durante un año sabático apliqué musicoterapia a los neonatos que me canalizaban.
En ese tiempo tuve todo el apoyo de la doctora Harmony Baillet.” La neurohabilitación o terapia Katona está integrada por una serie de ejercicios que estimulan el sistema nervioso central.
Por ejemplo, el terapeuta estimula al bebé acostado, poniendo sus dedos índices sobre las palmas de las manos de éste que, en automático, cerrará sus manitas.
Entonces, aquél lo llevará poco a poco hasta que se siente y enderece su cabeza. El niño sin problemas neurológicos buscará la mirada del especialista; el niño con problemas neurológicos, no. Otro ejercicio consiste en sentar al bebé sobre las palmas de la mano del terapeuta.
Entonces erguirá su columna vertebral poco a poco, hasta quedar derechito, bien sentado, durante algunos segundos.
Este patrón de ejercicios dura, en promedio, 40 minutos, por lo que puede ser agotador sobre todo para el niño, pero también para los padres, porque debe repetirse cuatro veces al día todos los días de la semana.
Al ser acompañado con música del programa de musicoterapia, el niño lo lleva a cabo con llanto al inicio y con agrado cuando se hace cotidiano.
Una vez que llega a su fin se pasa a la estimulación musicoterapéutica en pleno (jugar, cantar, bailar).
En la Unidad de Investigación en Neurodesarrollo, la doctora Harmony Baillet cuenta con un excelente equipo multidisciplinario: neuropediatras, psicólogos, especialistas en audición.
La terapéutica de Harmony Baillet llega a tener aproximadamente el 80% de éxito (hay niños que se recuperan al 100%; otros, parcialmente).
Carrera contra el tiempo Lo más recomendable es dar inicio al tratamiento neurohabilitatorio en la etapa de mayor plasticidad neuronal: el primer año de vida, y, si es posible, una vez detectada la problemática y el pronóstico médico, desde los primeros días de vida, pues con el paso del tiempo dicha plasticidad disminuye y el daño cerebral aumenta hasta volverse prácticamente irreversible.
“Con esta terapia se le ayuda al sistema nervioso central dañado a encontrar y restablecer sus patrones de desarrollo normal”, afirma Migoni.
Documenta el éxito Los resultados de la investigación con la música fueron documentados por Migoni.
“En algunos carteles mostramos los logros con un niño cuya madre fue la única que se involucró 100% durante todo el estudio.
Ella tiene un hermano con el mismo problema que su hijo: daño cerebral. Como no quería que su hijo padeciera lo mismo que su hermano, decidió comprometerse con todo en el estudio”, dice la académica.
La madre y el niño llegaron a la Unidad de Investigación en Neurodesarrollo, del Instituto de Neurobiología, campus Juriquilla, el 22 de diciembre de 2005, pero su tratamiento con musicoterapia no se inició sino hasta enero del siguiente año.
El primer estudio de resonancia magnética -del 3 de enero- reportó, entre otros detalles, que el ventrículo cerebral derecho tenía un volumen de 1.6 mililitros; el izquierdo, de 1.49 ml; y el cuerpo calloso, de .31 ml.
Estos valores indicaban que eran muy pequeños. La madre tuvo problemas de infección cérvico-vaginal durante todo el embarazo y el niño fue prematuro (con 33 semanas de gestación) y presentó asfixia perinatal, enema cerebral y neumonía.
En el último reporte -del 29 de mayo de 2006- se encontró que el ventrículo lateral derecho tenia un volumen de 2.95 ml; y el izquierdo, uno de 2.93 ml; o sea, ambos aumentaron sus dimensiones.
El cuerpo calloso mostró un volumen de 3.77 ml.; es decir, llegó a su tamaño normal, de acuerdo con la edad del niño.
“Este trabajo es un estudio piloto y nos marca pautas de que sí podemos utilizar la música en el tratamiento de lesiones cerebrales y obtener resultados innovadores: reestructuraciones cerebrales.
Con todo, es importante seguir trabajando en la misma línea para confirmar y repetir estos hallazgos”, finaliza la experta de la Facultad de Psicología de la UNAM.
Fuente: www.elporvenir.com.mx
martes, 23 de agosto de 2011
Musicoterapia aliviaría la ansiedad en pacientes con cáncer
NUEVA YORK. La musicoterapia ayudaría a reducir la ansiedad y mejorar el humor de los pacientes con cáncer, indicó un estudio en base a 30 test previos publicados en Cochrane Library que observó los efectos en casi 2.000 enfermos
La evaluación no determinó diferencias sobre escuchar discos pregrabados en las consultas médicas o asistir a sesiones con un musicoterapeuta. Comparados con los pacientes que recibieron tratamiento oncológico estándar, la información combinada de los estudios, revisados por la terapeuta en artes creativas Joke Bradt de la Drexel University en Filadelfia, sugirió que incluir música en la terapia bajaba la ansiedad y el dolor y mejoraba el humor.
Asimismo, las pulsaciones eran más lentas, con alrededor de cuatro menos por minuto, en promedio.
"Las intervenciones musicales tendrían efectos beneficiosos sobre la ansiedad, el dolor, el humor y la calidad de vida de las personas con cáncer", escribieron Bradt y sus colegas. "Además, la música tendría un pequeño efecto sobre la tasa cardíaca, la tasa respiratoria y la presión sanguínea", agregaron.
No obstante, no se registró efecto alguno sobre cómo los pacientes evaluaban su nivel de depresión o fatiga, probablemente porque la mayoría de los estudios sólo analizó el efecto de escuchar música en el hospital durante una sola sesión, y no brindaron a los pacientes muchas opciones sobre el tipo de música que escuchaban, señaló Bradt.
"Si alguien realmente está deprimido, una sesión de terapia musical no va a revertirlo", explicó la experta.
Mientras que no hubo datos suficientes para determinar si la musicoterapia ayudaba a los pacientes más que escuchar discos, Bradt indicó que sospecha que la asistencia de un musicoterapeuta es lo mejor porque con su ayuda los pacientes suelen generar música cantando o tocando instrumentos. Los terapeutas también pueden diseñar un programa de tratamiento para cada paciente en particular, añadió.
"El paciente puede volverse un participante activo. Puede ser realmente alentador y puede ayudar a los pacientes a sentir que controlan más la situación", dijo Bradt. Es difícil comparar objetivamente la ansiedad y depresión en pacientes que reciben musicoterapia y aquellos que no hacen ningún tratamiento adicional, señaló el equipo, dado que si los pacientes creen que la musicoterapia los ayudará podrían sentirse mejor sólo por esa dosis extra de optimismo y expectativa, y no por efecto de la terapia en sí.
Pero Bradt señaló que pese a eso, los efectos positivos del tratamiento musical, especialmente con un musicoterapeuta entrenado, deberían tomarse seriamente. La musicoterapeuta Debra Burns, de la Indiana University-Purdue University Indianapolis, dijo que los terapeutas pueden ayudar especialmente a los pacientes a relajarse durante los tratamientos estresantes y procesar la tensión.
Fuente: Digital ABC
martes, 9 de agosto de 2011
La tecnología que cura.
Artículo publicado por Martina Rua para la revista LA NACION del 7 de agosto 2011.
¿Cuántas vidas se pueden transformar con dispositivos tan sencillos como una consola de videojuegos, diminutos implantes o sistemas informáticos con escasos requerimientos de hardware? Como demuestra esta nota, muchas, y de la mejor manera.
Haga la prueba. Pregúntele a la persona que tenga más cerca qué es lo primero que le viene a la cabeza si piensa en la palabra tecnología. Es probable que algunas de las respuestas sean: celulares, LCD, Internet, velocidad, iPad. Y hasta puede llegar a escuchar ocurrencias como Japón o Star Wars. Pero muy distinta será la respuesta si el que contesta es una persona tetrapléjica que usa su mirada para escribir en una computadora, o un niño de 4 años sordo con implantes que le posibilitan la audición, o un abuelo que le da pelea al Parkinson jugando con consolas de videojuegos. Para ellos la tecnología significa una herramienta imprescindible, una aliada para la vida.
No importa realmente la complejidad del aparato en cuestión. De hecho, una simple conexión a Internet puede devolverle las ganas de salir adelante a una persona mayor que atraviesa una depresión por la pérdida de su compañero de toda la vida, como le pasó a Lucía Martinak (69), que hoy comparte sus días con decenas de amigos que conoció a través de las redes sociales, con los que intercambia experiencias y compañía. En tiempos en los que el uso exacerbado de las herramientas tecnológicas divide a las personas entre detractores y heavy users, una mirada sobre la implementación creativa y puesta al servicio de la salud rescata la faz más benévola del avance científico y tecnológico.
SONIDOS UTILES
Milos y Mateo Casin son mellizos de 4 años. Ellos nacieron de una pareja de padres sordos, Florencia (31) y Eloy (39). Si bien transitaron su primer año de vida oyendo con normalidad, comenzaron a perder paulatinamente la audición hasta alcanzar una hipoacusia profunda. Sus padres no dudaron en recurrir a los implantes cocleares que les posibilitaron a sus bebes aprender a hablar y a escuchar a la misma edad que el resto de los niños. "Luego de negarme varias veces en la adolescencia, a los 27 años, y cuando los mellis ya tenían 8 meses, me animé al primer implante. Recién ahí me enteré de que la respiración de un hijo tenía sonido y fue algo maravilloso. Mi experiencia fue tan satisfactoria que cuando los chicos perdieron la audición fue la decisión obvia", recuerda Florencia que hoy cuenta con implantes en ambos oídos. Su esposo, con quien vive desde hace 14 años, es sordo total de un oído y tiene una hipoacusia en el oído derecho, donde usa un audífono.
¿Qué es un implante coclear (IC)? Una tecnología que permite a niños y adultos con hipoacusia oír, pero no aumentando el volumen de los sonidos, sino creando una nueva manera de oír distinta de la que gozamos las personas con audición normal. Consta de unos micrófonos diminutos que captan los sonidos y transmiten sus vibraciones a un procesador de lenguaje que luego las transmite al nervio auditivo como señales electrónicas. Tiene una parte interna (va dentro de la cabeza) y otra que se coloca sobre el cuero cabelludo con un imán y se sostiene desde la oreja. El costo de cada uno de los IC alcanza los 20.000 dólares en promedio. En la Argentina están incluidos en el Programa Médico Obligatorio para personas sordas. No con poca burocracia, la familia Casin consiguió 6 implantes hasta ahora y estudian la posibilidad de uno nuevo para Eloy, el papá de la familia.
"Si me saco los implantes, no escucho. Me los saco para bañarme porque si no se arruinan. Y a la noche, para dormir", cuenta Mateo mientras Milos lo interrumpe, "Yo la llamo a mi mamá todas las noches para que me ponga los implantes. No quiero que me los saque para dormir porque no escucho nada". Los mellizos son muy elocuentes y charlatanes. Discuten, hacen chistes y opinan sobre cada palabra que dicen sus papás.
Mateo tiene un implante coclear bilateral colocado al año de edad. Milos, un implante en el oído izquierdo y un potente audífono en el derecho. "Los chicos tienen casi cinco y están tremendamente inteligentes, con un lenguaje muy vasto. Pueden hacer lo que sea a través de él: chistes, manipulaciones, negociar, fabular. Comprenden el inglés y extracurricularmente van a música, pintura y fútbol. Nadie puede creer que sean niños con hipoacusia profunda y que esta tecnología (junto con la terapia auditiva verbal y la intervención familiar) les permita un desarrollo pleno de su potencial", cuenta orgullosa su mamá. La única limitación que se les presenta es nadar con los procesadores, aunque, según cuenta Florencia, no falta mucho para que lleguen los implantes sumergibles. Los niños, como suele ocurrir, lo toman como algo muy natural.
En la actualidad, Florencia se dedica a la difusión de los beneficios de estas tecnologías para personas con hipoacusia (en la Argentina hay más de 1,5 millones. "Desde hace poco distingo las voces de mis hijos sin necesidad de mirar para saber quién es el que está hablando", festeja. Este año comenzó a cursar Fonoaudiología, luego de un coloquio con la decana y el director de la carrera. Los directivos hicieron una excepción para aceptar a una persona con hipoacusia, ya que se trata de una carrera destinada sólo a personas con audición normal. "Escuchar en estéreo es sentir que el mundo sonoro entra por todos los sentidos", se emociona la mamá mientras los mellizos hablan y cantan con oídos que aprendieron a escuchar de una nueva forma. En el caso de la familia Casin los implantes de alta tecnología llegaron para paliar una discapacidad auditiva hereditaria. Pero, a veces, la discapacidad puede llegar en un momento determinado de la vida y de manera inesperada. Allí también el avance tecnológico dará respuesta.
BOWLING VIRTUAL CONTRA EL PARKINSON
Fanático de Vélez, Oscar Nabel (68) le pide al terapeuta que lo acompaña que abra las cortinas de la habitación del Centro de Excelencia para Mayores Hirsch, en donde vive desde 2005. Se despliegan las cortinas y asoma planchada la bandera azul y blanca con la "V" que adorna una ventana con vista a un jardín. "Me caía mucho en mi casa y por eso vine a vivir aquí", se presenta Oscar desde su silla de ruedas. De profesión homeópata, es un paciente con Parkinson avanzado que ocupa una de las 200 habitaciones de este centro situado en el corazón del partido de San Miguel.
Desde que ingresó al centro para adultos hace más de 6 años, tiene una rutina de rehabilitación diaria. El año pasado hubo un cambio que tiñó las tardes de gimnasio en algo más parecido a una reunión de adolescentes que a una sala de rehabilitación. El director de la clínica lo esperaba sin poleas ni pelotitas que apretar. En frente de él había una consola de videojuegos. No con cualquier consola, sino con una que capta los movimientos y no precisa joysticks para ser utilizada. Sólo necesita el cuerpo y las ganas de los jugadores, el movimiento de sus brazos, cabezas y piernas. "Hay ocasiones en las que un momento lúdico puede ser el puntapié inicial de una terapia poco convencional, muy efectiva y, sobre todas las cosas, divertida para el paciente. Incorporamos la tecnología de juegos a la rehabilitación porque permite mejorar la función motora. El trabajo con estos instrumentos hace que los pacientes se enganchen con la rehabilitación, en contraposición con el formato tradicional de ejercicios repetitivos y a veces tediosos que no generan gran adhesión", explica el Dr. Moisés Schapira, director médico de Hirsch.
"No soy un fanático de los videojuegos, pero juego al bowling virtual para interactuar con gente más joven que viene a rehabilitación. Me divierte competir con ellos", se confiesa Nabel.
La consola de videojuegos que usan en el Centro Hirsch es la Wii, mediante la cual pacientes con problemas motrices y cognitivos pueden recuperar funciones perdidas haciendo ejercicios con programas de realidad virtual. Principalmente se eligen juegos de deportes como el box, el tenis, el bowling, el golf y el básquet. Estos permiten, según explica Schapira, que los especialistas trabajen con pacientes que padecen secuelas que afectan el normal funcionamiento del cerebro, el sistema nervioso o los músculos. Además de fomentar la camaradería entre los pacientes, lo que los motiva mucho más que un ejercicio repetitivo y solitario.
Las enfermeras que cuidan a Oscar aseguran que es uno de los pacientes más visitados. Las fotos pegadas en la puerta de su cuarto son la evidencia. Sus hijos y nietos se turnan para que todos los fines de semana está acompañado. Todas las semanas se encuentra vía Skype (videollamada a través de Internet) con una de sus hijas que vive en China. El cuarto de Nabel es un santuario viviente de sus años como homeópata. Muestra orgulloso los recortes de diarios enmarcados en la pared con notas que lo mencionan y un libro de su autoría que recoge distintas historias de personas a las que ayudó. "Todavía no dije nada sustancioso", se queja hacia el fin de la charla con LNR. Entonces, con mucho esfuerzo se levanta de su silla, acerca su libro y sólo queda conforme cuando lee en voz alta algunas de las anécdotas allí plasmadas.
UN PROGRAMA DE SOFTWARE, UNA PC Y TODA LA VOLUNTAD
Ya pasaron cuatro años del robo violento que dejó tetrapléjico al diputado nacional Jorge Rivas (49); sin embargo, desde el 20 de mayo de 2009 volvió a ejercer su labor legislativa gracias a su ímpetu y una lograda combinación de tecnologías. La noche del ataque, Rivas había bajado de su coche a comprar medicamentos en una farmacia cuando fue interceptado por dos delincuentes para robarle su automóvil. Recibió un fuerte golpe en la cara, que le produjo la fractura de un maxilar y un derrame cerebral que lo dejó en coma. Las secuelas del desafortunado incidente dejaron al diputado nacional inmóvil. En el marco de la rehabilitación, un amigo creó un sistema informático para que pudiera comunicarse sin mover el cuerpo o utilizar la voz.
El mecanismo interpreta el movimiento de su cabeza, mueve el cursor en la pantalla con su mirada y selecciona de un teclado virtual las letras en la pantalla. También puede elegir la opción "leer" y la computadora reproduce lo escrito para que sea oído por los que estén en ese momento.
Animarse. La relación de Jorge Rivas con la tecnología era nula antes de sufrir el ataque. Por eso no deja de asombrar el detallismo con el que escribe. Con la mirada y apenas un dedo que hace clic como únicas herramientas. No ahorra letras ni puntuación, y se esmera en cada una de las oraciones. No importa si son largas -escribir un párrafo de cuatro renglones le lleva varios minutos-, no importa si se podrían resumir en palabras simples. El ex vicejefe de Gabinete del gobierno de Néstor Kirchner es un apasionado de sus ideas y quiere que se reciban con la misma intensidad con la que las piensa.
Dentro de sus maestros techies están sus hijos Pilar (9) y Sebastián (12). "Lo toman de manera natural y aunque no lo creas me enseñan mucho. El avance tecnológico tiene mucho para aportarnos, para mejorar nuestra calidad de vida. Es una preocupación que tengo desde siempre: cómo poner la ciencia al servicio del hombre y por supuesto voy a trabajar legislativamente en ello", escribió Rivas con su mirada, un leve bamboleo de su cabeza y algunos clics con un dedo para elegir la puntuación.
El sistema que usa se llama HADA y se compone de tres módulos: el que hace el seguimiento facial, que proviene de una universidad en Budapest; otro, desarrollado por un joven catalán, que se encarga de administrar los teclados virtuales, y el sintetizador de voz, que fue tomado del software libre. El clic puede hacerse dejando la mirada fija en un punto o mediante el movimiento de algún músculo, como es el caso de Rivas, que puede mover su dedo índice. Desde que se dio a conocer este caso, más de 1000 personas de todo el mundo descargaron de la Web, de manera gratuita, el software que funciona hasta en una netbook que posea cámara web.
Este año, además de seguir con la terapia motriz, Rivas está trabajando mucho con el habla, ya que, según sus médicos, tiene las cuerdas vocales en perfecto estado. Mientras tanto, ya tiene decidido cuáles serán las primeras palabras que pronunciará cuando llegue ese momento: "Me encantaría decir el nombre de mis hijos para poder llamarlos", escribe con la mirada sobre el monitor, antes de hacer clic y dejar que la computadora lo diga en voz alta por él.
Una consola de videojuego, una historia; implantes que crean un modo distinto de oír, historia doble. Un sistema que permite continuar intelectual y emocionalmente conectado con el mundo, otra más. ¿Cuántas miles de vidas transformadas nos quedan por descubrir detrás del uso de cada tecnología con la que convivimos a diario?.
revista@lanacion.com.ar
jueves, 14 de abril de 2011
La música triste ayuda a ralentizar el Alzheimer
La música triste estimula el cerebro en los pacientes que sufren Alzhéimer u otras demencias, según un trabajo de investigación realizado por científicos del Instituto de Neurociencias de la Universidad de Salamanca en el Centro Nacional de Referencia del Alzhéimer de Salamanca.
Esa es una de las conclusiones que presenta la nueva terapia no farmacológica realizada por estos científicos para ralentizar el desarrollo de esta grave enfermedad dentro del Programa de Actuación Cognitiva Integral en Demencias, que ha sido ensayado durante los dos últimos años por profesionales del Instituto de Neurociencias en dicho centro.
La propuesta realizada por los científicos salmantinos consiste en una terapia multifuncional cognitiva que pretende estimular la llamada plasticidad central haciendo hincapié en aspectos básicos como la atención o las emociones.
De las terapias realizadas, la que mejor resultado ha dado ha sido la de estimulación de la memoria autobiográfica mediante música. El director del proyecto Juan José García Meilán, ha explicado que "hemos comprobado que la música es eficaz para estimular los recuerdos, sobre todo las músicas tristes".
La música también ha funcionado muy bien en otra terapia, de estimulación sensorial, auditiva y visual, que consiste en hacer escuchar al paciente ritmos repetitivos, de Vivaldi o Mozart, que obligan al cerebro a aprenderlos.
También han creado un ejercicio de retroalimentación cerebral, que consiste en mover elementos de un ordenador gracias al mantenimiento de la atención, mientras que otro de los ejercicios propuestos está vinculado con la estimulación aeróbica mediante pequeños ejercicios físicos para oxigenar el cerebro.
El programa es resultado del trabajo de 10 personas durante dos años con unos 35 pacientes de entre 60 y 80 años, según explicó Juan José García Meilán, miembro del Grupo de Investigación en Neuropsicología Cognitiva de la Universidad de Salamanca.
El director del Instituto de Neurociencias, Miguel Ángel Merchán, destacó el trabajo realizado por los científicos porque "si conseguimos retrasar unos años los efectos del alzhéimer sería un avance enorme y eso pasa por dos aspectos, un diagnóstico precoz y un retraso en la evolución de los síntomas y, precisamente, este segundo punto es el que objeto de este programa de intervención".
Fuente: www.elmundo.es
miércoles, 9 de marzo de 2011
Musicoterapia a prematuros
Una ‘receta’ musicoterapia a los pequeños pacientes de su UCI Neonatal
La iniciativa, puesta en marcha hace pocos meses en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del HUNSC, pretende aportar a los bebés prematuros o nacidos con alguna complicación, una mayor estabilidad y equilibrio para su desarrollo aplicando música de Mozart. Siguiendo un estricto protocolo, los pequeños reciben durante dos horas al día una sesión de musicoterapia aplicada individualmente en cada uno de los nidos de los bebés participantes.
Fuente HUNSC SINC.
Tenerife, 04.03.2011. La Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del Hospital Universitario Ntra. Sra. de Candelaria (HUNSC) en Tenerife, adscrito a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, ha puesto en marcha sesiones de terapia musical para los bebés que se encuentran hospitalizados en el centro.
Si bien la aplicación de musicoterapia no es novedosa en los centros hospitalarios de España, los últimos estudios científicos recogen evidencias de que la obra de Mozart es especialmente positiva en numerosos campos, incluidos el neonatal, pues no solo relaja a los bebés y reduce su estrés hospitalario, sino que además minimiza el dolor, mejora la respiración, el ritmo cardiaco y ayuda en su alimentación y por tanto, a ganar peso, fundamental en estos pequeños pacientes.
Para la Dra. Paloma González, coordinadora en la implantación de esta iniciativa en la UCI Neonatal del Hospital Universitario Ntra. Sra. de Candelaria, “se trata de una experiencia positiva que favorece que los recién nacidos se desarrollen en un ambiente relajado y seguro como el proporcionado por el vientre materno. Esta terapia, además, se verá potenciada por el método canguro, que también participa en estos beneficios y que se lleva cabo en nuestra unidad”.
¿A quiénes se aplica?
Desde la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del Hospital Universitario Ntra. Sra. de Candelaria, se ha establecido un completo protocolo para ofrecer musicoterapia a los bebés hospitalizados. Así, los bebés candidatos a recibir esta terapia alternativa, deben cumplir una serie de requisitos médicos como que no superen los 1.500 gramos de peso y/o las 32 semanas, que se encuentran aún en incubadora, estables hemodinámicamente, predispuestos a una buena tolerancia alimentaria y no padecer en el momento de iniciar la terapia musical, complicaciones relacionadas con un nacimiento prematuro. Esta terapia, para ser aplicada, requiere contar previamente con el consentimiento informado de los padres.
Sesiones de Musicoterapia en incubadora
Una vez al día, durante dos horas, las enfermeras de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del HUNSC introducen en las incubadoras unos pequeños altavoces, colocados a 30 centímetros del pabellón auricular del neonato. Estos aparatos son los responsables de la emisión del sonido a un volumen que no supera los 65 decibelios en el interior de estos nidos. La selección elegida para ofrecer terapia musical abarca piezas de Mozart, uno de las grandes figuras del clasicismo musical.
Cada incubadora dispone de una fuente musical independiente, conectada a su propio sistema informático con el que se controla los signos vitales de los recién nacidos, de forma que desde el control de enfermería, pueda iniciarse de forma automática la sesión de música. Durante las horas en las que se lleva a cabo, se eliminan las señales acústicas de forma que se puedan reducir todos los estímulos externos del entorno próximo y así no interfieran en la sesión de musicoterapia, de manera que también se propicia un ambiente silencioso en la Unidad.
Unidad puntera
La Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del Hospital Universitario Ntra. Sra. de Candelaria está considerada como una de las unidades más punteras en todo el territorio nacional por el despliegue tecnológico de su infraestructura así como por la preparación y especialización de sus profesionales, quienes ofrecen unos cuidados personalizados y de calidad.
Especialistas de otros hospitales españoles y de centros europeos han visitado las instalaciones de esta UCI neonatal, que en 2008 fue completamente renovada y equipada con los mejores avances tecnológicos y el mejor confort para sus pequeños pacientes. A todas las mejoras hay que añadir el conocimiento y aplicación de nuevos estudios, como los beneficios de técnicas como el método canguro y la lactancia materna en los niños prematuros, unos cuidados que cada día son más aceptados por las madres y que permiten un mayor acercamiento personal en un contexto de máximo cuidado.
Bibliografía
•Lubetzky R, Mimouni FB, Dollberg S, Reifen R, Ashbel G, Mandel D. Effect of music by Mozart on energy expenditure in growing preterm infants. Pediatrics. 2010 Jan;125(1):e24-8.
•Pouliot, J.S. The power of music. World and I, May 1998,v 13, n 5, p 146(8).
•R.Droh y R. Spintge. Anxiety, Pain and Music in Anesthesia. Ediciones Roche, Basilea, 1983.
•C.E. González. The Music therapy-assisted child bird program. An study evaluation. Pre & Peri-Naral Phsychology Journal. Vol 4,n2,1989.pp 111-124
•J.M. Coleman, R.R. Pratt, R.A. Stoudard, et al. International Journal of Arts Medicine. Vol 5, n 3, 1997, pp 4-11.
•Keith Caine . Journal of Music Therapy. Vol. 28, 1991, pp 180-192.
Fuente
HUNSC SINC.
La iniciativa, puesta en marcha hace pocos meses en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del HUNSC, pretende aportar a los bebés prematuros o nacidos con alguna complicación, una mayor estabilidad y equilibrio para su desarrollo aplicando música de Mozart. Siguiendo un estricto protocolo, los pequeños reciben durante dos horas al día una sesión de musicoterapia aplicada individualmente en cada uno de los nidos de los bebés participantes.
Fuente HUNSC SINC.
Tenerife, 04.03.2011. La Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del Hospital Universitario Ntra. Sra. de Candelaria (HUNSC) en Tenerife, adscrito a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, ha puesto en marcha sesiones de terapia musical para los bebés que se encuentran hospitalizados en el centro.
Si bien la aplicación de musicoterapia no es novedosa en los centros hospitalarios de España, los últimos estudios científicos recogen evidencias de que la obra de Mozart es especialmente positiva en numerosos campos, incluidos el neonatal, pues no solo relaja a los bebés y reduce su estrés hospitalario, sino que además minimiza el dolor, mejora la respiración, el ritmo cardiaco y ayuda en su alimentación y por tanto, a ganar peso, fundamental en estos pequeños pacientes.
Para la Dra. Paloma González, coordinadora en la implantación de esta iniciativa en la UCI Neonatal del Hospital Universitario Ntra. Sra. de Candelaria, “se trata de una experiencia positiva que favorece que los recién nacidos se desarrollen en un ambiente relajado y seguro como el proporcionado por el vientre materno. Esta terapia, además, se verá potenciada por el método canguro, que también participa en estos beneficios y que se lleva cabo en nuestra unidad”.
¿A quiénes se aplica?
Desde la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del Hospital Universitario Ntra. Sra. de Candelaria, se ha establecido un completo protocolo para ofrecer musicoterapia a los bebés hospitalizados. Así, los bebés candidatos a recibir esta terapia alternativa, deben cumplir una serie de requisitos médicos como que no superen los 1.500 gramos de peso y/o las 32 semanas, que se encuentran aún en incubadora, estables hemodinámicamente, predispuestos a una buena tolerancia alimentaria y no padecer en el momento de iniciar la terapia musical, complicaciones relacionadas con un nacimiento prematuro. Esta terapia, para ser aplicada, requiere contar previamente con el consentimiento informado de los padres.
Sesiones de Musicoterapia en incubadora
Una vez al día, durante dos horas, las enfermeras de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del HUNSC introducen en las incubadoras unos pequeños altavoces, colocados a 30 centímetros del pabellón auricular del neonato. Estos aparatos son los responsables de la emisión del sonido a un volumen que no supera los 65 decibelios en el interior de estos nidos. La selección elegida para ofrecer terapia musical abarca piezas de Mozart, uno de las grandes figuras del clasicismo musical.
Cada incubadora dispone de una fuente musical independiente, conectada a su propio sistema informático con el que se controla los signos vitales de los recién nacidos, de forma que desde el control de enfermería, pueda iniciarse de forma automática la sesión de música. Durante las horas en las que se lleva a cabo, se eliminan las señales acústicas de forma que se puedan reducir todos los estímulos externos del entorno próximo y así no interfieran en la sesión de musicoterapia, de manera que también se propicia un ambiente silencioso en la Unidad.
Unidad puntera
La Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del Hospital Universitario Ntra. Sra. de Candelaria está considerada como una de las unidades más punteras en todo el territorio nacional por el despliegue tecnológico de su infraestructura así como por la preparación y especialización de sus profesionales, quienes ofrecen unos cuidados personalizados y de calidad.
Especialistas de otros hospitales españoles y de centros europeos han visitado las instalaciones de esta UCI neonatal, que en 2008 fue completamente renovada y equipada con los mejores avances tecnológicos y el mejor confort para sus pequeños pacientes. A todas las mejoras hay que añadir el conocimiento y aplicación de nuevos estudios, como los beneficios de técnicas como el método canguro y la lactancia materna en los niños prematuros, unos cuidados que cada día son más aceptados por las madres y que permiten un mayor acercamiento personal en un contexto de máximo cuidado.
Bibliografía
•Lubetzky R, Mimouni FB, Dollberg S, Reifen R, Ashbel G, Mandel D. Effect of music by Mozart on energy expenditure in growing preterm infants. Pediatrics. 2010 Jan;125(1):e24-8.
•Pouliot, J.S. The power of music. World and I, May 1998,v 13, n 5, p 146(8).
•R.Droh y R. Spintge. Anxiety, Pain and Music in Anesthesia. Ediciones Roche, Basilea, 1983.
•C.E. González. The Music therapy-assisted child bird program. An study evaluation. Pre & Peri-Naral Phsychology Journal. Vol 4,n2,1989.pp 111-124
•J.M. Coleman, R.R. Pratt, R.A. Stoudard, et al. International Journal of Arts Medicine. Vol 5, n 3, 1997, pp 4-11.
•Keith Caine . Journal of Music Therapy. Vol. 28, 1991, pp 180-192.
Fuente
HUNSC SINC.
miércoles, 9 de febrero de 2011
¿Qué es la musicoterapia?
La musicoterapia es la disciplina que se basa en las potencialidades terapéuticas de las experiencias musicales. Ésta puede aplicarse tanto en las áreas de prevención como de atención y rehabilitación de la salud. La música no cura, pero sí ayuda a estimular la percepción, la motricidad y la creatividad. No suplanta los tratamientos médicos, pero es muy provechosa en el acompañamiento de los mismos y en el cambio de actitud hacia los diagnósticos negativos y las intervenciones riesgosas.
En definitiva, por lo general ayuda a mejorar la calidad de vida y los procesos de comunicación de las personas. Según Gabriel Federico (licenciado en musicoterapia y experto en la materia) en una entrevista para CILSA, la potencialidad de la musica es que “como expresión del arte, permite bucear en las profundidades del ser humano”.
En esta misma entrevista, G.Federico explicaba el por qué de la relación entre música y salud. Y es que desde hace más de cincuenta años, la musicoterapia es estudiada por científicos que dan cuenta del impacto que tiene en los seres humanos; no sólo a nivel biológico, sino físico, químico y motivacional.
Este impacto puede ser medido a partir de diferentes aspectos, como la frecuencia cardíaca y respiratoria, la activación de reflejos, el aumento de los niveles de saturación de oxígeno, la activación muscular y las respuestas neurológicas específicas en diferentes áreas del cerebro, entre otras posibilidades. Por lo tanto, si consideramos todas estas cuestiones médicas sumadas a las herramientas terapéuticas existentes, nos encontraremos con una disciplina muy solvente para ayudar.
La música es un lenguaje esencialmente abstracto. No nos dice las cosas de forma directa y, además, es difícil hablar de ella. Pero, quizás por lo mismo, es el lenguaje más universal de todos. Todas las culturas, de todas las épocas, tienen su música y todos, de alguna manera, tenemos a lo largo de nuestra vida alguna experiencia musical. En definitiva, la música se vincula a nuestras emociones y nuestro ser interno de una forma muy estrecha, y es por eso que se utiliza con fines terapéuticos desde hace más de 50 años.
Para entender mejor la musicoterapia, queremos reflejar otra entrevista que se realizó a G. Federico y en la cuál éste explicaba algunos de los principales secretos de esta ciencia.
¿Cómo trabaja un musicoterapeuta?
A partir de un diagnóstico, diseña un tratamiento que lo puede llevar a crear música, inventar instrumentos, introducir danzas, cantos. A las 18 semanas de embarazo, el bebé ya percibe sonidos, y entre las tareas del musicoterapeuta figura encontrar la música adecuada para estimular a un bebé aun antes de nacer. Pero en los casos difíciles, como un niño con parálisis cerebral, el musicoterapeuta trabaja siempre como parte de un equipo que puede incluir psicólogos, médicos, kinesiólogos, etcétera.
¿Y en el caso de un embarazo?
El primer paso es un diálogo con la paciente para evaluar el problema. Hay preguntas clave como: ¿Cuál es la versión que tiene usted de su propio nacimiento? Una paciente recordó que, desde siempre, su madre le contaba que su parto había sido dolorosísimo y que por eso había resuelto no tener más hijos. Eso la marcó. En un embarazo hay tres involucrados: la mamá, el papá y el bebé. Los casos varían: a veces se trata de padres que no lo viven bien por tratarse de embarazos no deseados. Otras, de embarazos muy esperados que llegan tras años de tratamientos y frustraciones.
¿Ejemplos de tratamientos?
Tomemos el caso de un niño de 8 años que tenía una conducta especial con su madre. Ignoraban qué le pasaba y no daba pistas. Le ofrecimos instrumentos para que eligiera uno y lo tocara. Eligió un tambor y comenzó a hacer redobles con los palillos, pero poco a poco la intensidad fue en aumento y los golpes se hicieron cada vez más fuertes, hasta que dejó de tocar y empezó a darle puñetazos y puntapiés al tambor. Finalmente, lo arrojó al fondo de la sala de música. Cuando se serenó y hablamos, dijo que había estado componiendo una canción para su mamá. El análisis reveló miedo e ira reprimida, los padres estaban a punto de separarse y la tensión en la casa era muy grande. Además, la madre tenía una suerte de doble discurso con su hijo: sus palabras eran cariñosas, pero sus actitudes demostraban resentimiento.
¿Todos necesitan el mismo tipo de música para curarse?
La cultura, la costumbre, lo que pasa en el día, hace que el tipo de música cambie. Se suele pensar que un concierto de Mozart es más curativo que una pieza de rock, pero es relativo. Hay momentos en que necesitamos ritmos que nos movilicen, y ciertas obras con percusión pueden ser lo más adecuado. Pero hay cosas que todavía no sabemos. A veces parece que nuestras células guardaran una información heredada que nos lleva a interesarnos por músicas que disfrutaron antepasados cuya existencia desconocemos. A mí me gusta un tipo de música rusa que aparentemente nada tiene que ver con mis ascendentes. Pero hace poco descubrieron que un antepasado remoto vivió en esa región. Pero la música sola no cura, de lo contrario no existiríamos nosotros, los musicoterapeutas. Patricia Pellizari, psicoanalista y colega, suele decir que la música es el bisturí del musicoterapeuta.
Fuente: www.parabebes.com
miércoles, 12 de enero de 2011
La música desarrolla el cerebro de los niños pequeños
Un interesante artículo para que los padres de hoy lo pongan en práctica.
La música desarrolla el cerebro de los niños pequeños
Un experimento desarrollado por psicólogos canadienses ha comprobado que la enseñanza musical acelera el desarrollo del córtex cerebral de los niños de maternal y primaria, así como que tiene un efecto positivo sobre la memoria y la atención de los más pequeños. La mejora de la capacidad de memorización alcanzada gracias a la música facilita el aprendizaje de la lectura, de la escritura y de las matemáticas, así como el desarrollo de la capacidad de ubicarse en un entorno e incluso el coeficiente intelectual. Por Eduardo Martínez.
La música mejora las capacidades cognitivas de los niños, según un estudio que publica la revista Brain. El estudio fue desarrollado por psicólogos de la Universidad McMaster de Canadá, que compararon los efectos del aprendizaje de la música sobre la sensibilidad de los niños y sobre su capacidad de memorización. Los investigadores hicieron un seguimiento de dos años a dos grupos de niños de edades comprendidas entre los cuatro y los seis años.
El primer grupo recibió durante un año enseñanzas musicales extraescolares según el método Suzuki, mientras que el segundo grupo no recibió enseñanza musical alguna. El método Suzuki, ideado por un violinista japonés que es además filósofo y pedagogo, permite a los niños, aunque sean muy pequeños, aprender música e incluso tocar un instrumento. Basado en el principio del lenguaje maternal, el método Suzuki enseña música mediante el juego e implica a los niños a escuchar cada día alguna melodía. Respetando el ritmo de asimilación del niño, este método le permite descubrir, experimentar y desarrollar su sensibilidad musical. Cuatro chequeos Durante el año que duró el experimento, los investigadores chequearon a los niños cuatro veces. El chequeo consistía en medir la actividad de su cerebro a través de la técnica conocida como magnetoencefalografía, mientras los niños escuchaban dos tipos de música: una procedente de un violín y otra de una algazara.
Los niños completaron un test musical en el cual se les pedía distinguir entre armonías, ritmos y melodías, y una prueba de memoria en la cual tenían que escuchar series de números, recordarlas, y luego repetirlas.
Con este sistema, fue posible apreciar mejor la forma en que los niños captan, perciben e integran los sonidos musicales, así como los cambios inducidos por la actividad musical sobre el córtex cerebral. Además, después de la primera y la última sesión los investigadores evaluaron la capacidad de memorización de los niños, así como de fijarse en los armónicos, los ritmos y las melodías. Los resultados del experimento fueron diferentes para los dos grupos de niños. Los que habían seguido el método Suzuki mostraron una mayor sensibilidad hacia la melodía emanada de un instrumento como el violón, lo que según los psicólogos significa una maduración acelerada del córtex cerebral. Además, estos niños alcanzaron una capacidad de memorización más importante que los del segundo grupo, incluso desde la primera evaluación, ocurrida a los cuatro meses de iniciado el experimento.
Otras habilidades La mejora de la capacidad de memorización alcanzada gracias a la música facilita el aprendizaje de la lectura, de la escritura y de las matemáticas, así como el desarrollo de la capacidad de ubicarse en un entorno e incluso el coeficiente intelectual. Según los investigadores, liderados por Laurel Trainor, profesora de Psicología, Neurociencia y Conducta de la McMaster University en Hamilton, Canadá, es la primera vez que un estudio muestra las respuestas del cerebro pueden evolucionar de manera diferente en el transcurso de un año, según los niños hayan sido formados o no en el conocimiento y la experiencia musical.
Estos cambios tienen una relación directa con las mejores habilidades cognitivas constatadas en los niños que practican la música, lo que constituye una evidencia de que el aprendizaje musical tiene un efecto positivo sobre la memoria y la atención de los más pequeños, lo que indica la conveniencia de que la música debería formar parte de la enseñanza maternal y primaria. Aunque estudios anteriores habían demostrado ya que los niños mayores que recibían clases de música experimentaban más mejoras en su coeficiente intelectual (CI) que los que iban a clases de teatro, este es el primer estudio que identifica estos efectos en mediciones cerebrales de niños más pequeños.
Fuente: http://www.tendencias21.net/
lunes, 10 de enero de 2011
Musicoterapia y autismo
(ACN - Especial).- La musicoterapia y autismo parece que se llevan bien, pues juntas dan buenos resultados en el tratamiento de esta complicada problemática ya que ayudan a las personas autistas a tener una espontánea comunicación cambiando su patrón de aislamiento y comenzando a socializar más y a mejorar su comprensión en el lenguaje.
Es importante que esta terapia sea aplicada por personas especializadas en el tema de la musicoterapia para que los resultados lleguen a ser óptimos. De no ser así esta terapia puede no ser positiva ya que cada persona reacciona de manera diferente a este tipo de estímulo.
Aparte de la terapia de musicoterapia actualmente se pueden encontrar otras terapias que ayudan en gran medida a los niños que presentan los síntomas de autismo, debido a que aún no se ha encontrado una cura que revierta por completo el autismo.
Los padres de niños autistas requieren de mucha ayuda, de entrenamiento en todos los posibles recursos y estrategias para su correcto manejo en el hogar, debido a que el autismo genera incapacidades en la persona que perduran toda la vida.
Es importante tener en cuenta los diferentes recursos que ayudarán al niño a tener una mejor vida, más independencia y mejor comunicación como lo es la musicoterapia. Mediante la musicoterapia se busca que exista el vínculo entre el niño, la música y su ritmo.
Para los niños con autismo también podemos encontrar otras terapias que pueden ayudarle como la equinoterapia, delfinoterapia, terapia conductual, tratamientos basados en la comunicación visual, etc., lo importante es elegir la terapia que se considere más adecuada y ayudar al niño para tratar de conseguir los mejores resultados.
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